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Alberto Chicote, en el programa de esta semana de Pesadilla en la cocina

'Pesadilla en la cocina'

El enfado de Chicote con el dueño de un restaurante peruano: «No te gusta madrugar, eres un jeta»

«Si tú me quieres engañar a mí desde el minuto número uno, pienso que eres un jeta y quieres perder el tiempo», recriminó Chicote al dueño del restaurante

El programa Pesadilla en la cocina se desplazó hasta la localidad madrileña de Majadahonda para visitar Tradiciones peruanas, un restaurante de comida peruana dirigido por Jorge. El equipo del restaurante son todos familia, ya que Jorge no está solo, sino acompañado de Lis (su mujer, dueña y camarera), Patricia (camarera y hermana de Lis), Joseph (ayudante de cocina e hija de Patricia) y Diego (cocinero).

Al principio del programa, Chicote conoció a Lis, la cabeza pensante del negocio. Ella tiene otro trabajo que nada tiene que ver con la hostelería, pero que le viene bien para sufragar los costes del restaurante, un negocio que no ofrece ningún beneficio, de momento.

Lis se sinceró con Chicote y le confesó que «no puede estar a todo», que «lo único que hace Jorge es mandar y dar órdenes». Para Chicote, «eso es ser un bocachancla». En medio de la conversación, Jorge entra al restaurante a la hora que le da la gana e intenta pasar desapercibido. Para disgusto de él, las cámaras le han pillado perfectamente y tendrá que verse con Chicote.

«Lis me ha contado que no te gusta madrugar», dice Chicote. Jorge se excusa diciendo que «los proveedores llegan a una hora...», excusas baratas para justificar su tardanza. «¡Un huevo! Si tú me quieres engañar a mí desde el minuto número uno en la primera palabra que me has soltado, pienso que eres un jeta y quieres perder el tiempo», sentencia Chicote.

Jorge le cuenta que ha perdido la ilusión por el negocio y le echa la culpa a todo el personal, que casualmente son familiares de su esposa. De ahí las múltiples discusiones que tienen entre ellos. «Son una plantilla de inútiles; si yo no estuviera aquí, no sabrían ni cambiar el gas», comenta el dueño.

Además, Chicote vivió uno de los momentos más surrealistas del programa. Para servir un plato especial, los dueños del restaurante se disfrazaron de Bad Bunny y Daddy Yankee en medio del servicio. Chicote se quedó sin palabras al ver el show conocido como «la hora loca». Aun así, como los propios trabajadores indicaron, «el show debe continuar».