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Matthew PerryGTRES

Uno de los médicos implicados en la muerte de Matthew Perry se declara culpable de suministrarle la ketamina

El actor llegó a pagar 55.000 dólares por viales de ketamina de septiembre a octubre del año pasado

Mark Chávez, uno de los médicos acusados de participar en la sobredosis que acabó con la vida del actor Matthew Perry, se ha declarado culpable. A Perry, de 54 años, lo encontraron el pasado mes de octubre inconsciente en un jacuzzi de su casa en Los Ángeles (Estados Unidos). La autopsia concluyó que el actor murió por los «efectos agudos» de la ketamina, un potente sedante.

Matthew Perry, que luchó durante años contra varias adicciones, se había vuelto adicto a la ketamina intravenosa en los meses previos a su muerte. En el caso ha sido imputadas un total de cinco personas.

Aunque podría enfrentarse a una condena de diez años en prisión, el doctor Mark Chávez, podría ver reducida la pena después de llegar a un acuerdo con el FBI. El médico admitió haber enviado recetas fraudulentas a su antigua clínica y también a los distribuidores mayoristas para obtener la ketamina que le dio a Perry.

Chávez se encuentra entre las tres personas que cooperan contra los otros acusados en el caso, incluido el narco Jasveen Sangha, quien supuestamente le vendió al protagonista de Friends la dosis letal de la ketamina, y el Dr. Salvador Plasencia, quien le prescribió la droga al actor en el mes previo a su muerte.

Para tratar su depresión, Matthew Perry tomaba la ketamina que le recetaba Salvador Plasencia, su médico habitual. Sin embargo, Perry comenzó a buscar dosis adicionales y Plasencia tuvo que recurrir al doctor Chávez para que lo ayudara a conseguir el medicamento.

«Me pregunto cuánto pagará este imbécil», le preguntó Plasencia cruelmente a Chávez en un mensaje de texto.

Perry llegó a pagar hasta 4.500 dólares por cuatro viales (55.000 dólares de septiembre a octubre del año pasado). Plasencia vio un negocio redondo en la adicción de Matthew Perry por lo que le propuso a Chávez que siguiera haciendo de intermediario.

El asistente del actor, Kenneth Iwamasa, ya se declaró culpable tras ser acusado de conspiración para distribuir ketamina causando la muerte, al igual que Erik Fleming, un presunto reparador.