La ley seca impera en los años 30 mientras que en Chicago Al Capone se corona como jefe absoluto del crimen organizado. El agente federal Elliot Ness (Kevin Costner) necesita pruebas para acusar a Capone de asesinato, extorsión y comercio ilegal de alcohol, pero es incapaz de conseguirlas. Con la ayuda de unos policías (Andy Garcia y Charles Martin Smith), reclutados por un astuto agente (Sean Connery), intentarán encontrar alguna forma de inculparlo por otros delitos.