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Imagen de la película Bound in Heaven

Cine

La película favorita al triunfo en la Fiesta del Cine de Roma

El amor, la muerte y la ópera marcan la penúltima jornada del festival

Había que esperar hasta el último día de esta a veces mortecina 19ª Fiesta del Cine de Roma para asistir al que podría ser el favorito del jurado presidido por el cineasta argentino Pablo Trapero para recibir el Marco Aurelio a la mejor película.

En efecto ”Kun bang shang tian tang” o el más pronunciable «Bound in Heaven» es el formidable debut como directora de la guionista china Huo Xin, dotada de un original instinto visual que hace de esta historia de amor y muerte, Eros y Tanatos, un únicum en la producción cinematográfica de su país, al ponerse a la par de una dramaturgia de tipo occidental, sin perder un ápice de su orientalidad.

Inspirado en una novela de la escritora china Li Xiuwen, la película cuenta la historia de Yo, una profesional exitosa ligada a un hombre que la maltrata, y Tai, un humilde cocinero con una enfermedad terminal que le deja pocos años de vida.

Son dos seres solitarios que sobreviven a destinos adversos gracias a la pasión amorosa y sexual que los une, además de una admiración por la cantante Faye Wong, que fuera actriz en dos filmes de Wong Kar Way, «2046» y «Hong Kong Express», y cuya voz se escucha a lo lejos.

Huo Xin tiene una carrera como guionista que se remonta al 1998 pero debuta en la dirección a los 44 años con este extraordinario filme que parece salir de otro planeta que no es el chino, con un universo visual inédito, al que contribuyen la actriz Ni Ni (se la vio en «Las flores de la guerra» de Zhang Yimou) y Zhou You (visto este año en Cannes con «Caught by the Tides» de Jia Zhang-ke) con un tipo de recitación también inusual en el cine chino, y no solo por las escenas sugeridas de sexo y de escatología explícita.

El filme fue premiado en San Sebastián por la prensa internacional FIPRESCI y por la fotografía de Piao Songri pero la música de ZHI16 y Radiax no es de menos, con su hábil comentario sonoro, también inhabitual en el cine chino.

En resumen, todo hace pensar que esta nueva voz de Huo Xin podrá hacer renacer a una cinematografía hasta ahora tranquilamente amoldada en viejos esquemas narrativos.

Pero las buenas noticias no terminan aquí. También hace su debut como director de cine el regisseur, escenógrafo, coreógrafo, escritor, actor y cantante italiano Davide Livermore con una revisitación del mito de Orfeo y Eurídice, transformándolo en un «pastiche» de arias famosas de óperas que van desde el siglo XVII con Henry Purcell y terminan en el XX con Giacomo Puccini.

Famosísimo, amado y admirado en medio mundo por sus puestas teatrales de ópera, siempre novedosas y que a menudo aclaran lo que los libretos y hasta las originales ideas de los compositores no sabían explicar, Livermore vuelca esta cualidad de una manera abrumadora, sirviéndose de un menú musical que va de «Dido y Eneas» de Purcell, «Orfeo y Eurídice» de Gluck, «La Cenerentola» de Rossini, «Carmen» de Bizet, «La sonámbula» de Bellini, «Rigoletto» y «La Traviata» de Verdi, «Mefistófeles» de Arrigo Boito y del más citado Puccini con «La Bohème», «Tosca», «Manon Lescaut», «Madama Butterfly» y «Turandot».

Gracias a su fama, Livermore ha conseguido que colaboraran con él Dolce y Gabbana para los trajes, Daniel Ezralow para los inspirados bailes, Plácido Domingo y Fabio Biondi para la dirección orquestal y en papeles de contorno nada menos que Fanny Ardant, Vincent Cassel y Rossy De Palma mientras el dúo protagónico ha sido suplido con variedad de estilo por Valentino Buzza y Mariam Battistelli.

Livermore habla en cine con el lenguaje de la ópera, desprovisto de pudor a la hora de mostrar los sentimientos, y quien se embarque en esta «The Opera», subtitulada «Arias para un eclipse», afrontará un viaje de pura emoción y belleza. Algo que no pasa todos los días.