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RTVE esconde el dinero que gana Pablo Iglesias por participar en sus programas

Investigación RTVE (III)

RTVE esconde el sueldo de Pablo Iglesias pretextando «contingencias propias derivadas de la emisión»

El exvicepresidente se ha convertido en un habitual en las tertulias del ente público, ya que participa en Mañaneros y en 59 segundos, donde vivió un tenso rifirrafe con Macarena Olona

«Basura de ultraderecha» o «fascista de mierda", fueron algunos de los insultos lanzados por Pablo Iglesias a Macarena Olona desde el altavoz que le dio el programa ’59 segundos’. Estas palabras gruesas fueron solo algunas de las que se vertieron en el programa, cuando se hablaba acerca de la crispación política, pues la exdiputada de Vox también entró en el rifirrafe, tildando al expresidente de “pirómano de la democracia» o al aseverar que «le sobra lengua para criticar a un policía, pero le faltan huevos para ser como ellos».

Pero la presencia de Iglesias en esta tertulia en la que se dieron cita varios expolíticos para hablar, precisamente, de la crispación actual, no fue testimonial, sino que el exvicepresidente es un tertuliano habitual del programa conducido por Gemma Nierga.

Además, desde marzo también ha venido colaborando en Mañaneros, y en la franja matinal también tienen espacio algunos de sus colaboradores más estrechos en Canal Red, como Manu Levín o Laura Arroyo. Sin embargo, RTVE oculta cuánto paga al expresidente por sus apariciones en la tele pública.

En concreto, RTVE se ha negado a hacer entrega a El Debate, según consta en su Resolución 358/2024, recibida por este periódico dos días atrás, de «una copia de los contratos formalizados con la productora del programa 59 Segundos y del programa Mañaneros y de los expedientes de contratación realizados al efecto».

Asimismo, la corporación pública oculta el «importe de las retribuciones abonadas por RTVE al contertulio Pablo Iglesias Turrión, por cualquier concepto que sean y copia de los contratos realizados por su intervención en los programas de RTVE en que participa».

Así consta en la resolución dictada por el director de Asesoría Jurídica de la Corporación RTVE, Ernesto Real Millán, este 23 de octubre, quien se niega a hacer público el sueldo de Iglesias en RTVE, así como la copia de los contratos suscritos por el ente con las productoras en los que el exvicepresidente participa, dado que esa información pudiera verse afectada «por contingencias propias derivadas de la emisión», para añadir de manera sorprendente que «CRTVE no tendrá inconveniente en facilitar la información una vez concluido el proceso».

No obstante, resulta difícil de entender que no se puedan facilitar los contratos de unos programas que llevan semanas, e incluso meses, en emisión y, más sorprendente resulta aún que no sea capaz de proporcionar la cifra concreta de las cantidades que, hasta ahora, ha recibido Iglesias, pese a que podría estar cobrando en función del número de apariciones por programa, o bien haber suscrito uno o varios contratos, que en todo caso se niegan a hacer públicos desde la corporación pública.

Por todo ello, ante el silencio del ente, que ha convertido a Pablo Iglesias en uno de sus tertulianos de cabecera, este diario ha insistido en conocer si existe algún tipo de relación contractual no sólo con el fundador de Podemos, sino también con su plataforma de comunicación, Canal Red, ya que muchos de sus colaboradores también forman parte de sus programas. A fecha de cierre de edición, no se ha obtenido ninguna respuesta.

Así, se ha cuestionado a la corporación acerca de los «contratos, acuerdos o convenios formalizados con Canal Red y de los expedientes de contratación realizados al efecto», además del «importe de las retribuciones abonadas por RTVE Manu Levín y Laura Arroyo, por cualquier concepto que sean y copia de los contratos realizados para su participación en programas de RTVE».

Y es que, pese a que en documento oficial de RTVE, fechado el pasado 11 de julio y firmado por Ernesto Real Millán, como director de Asesoría Jurídica de la Corporación RTVE, y que obra en poder de El Debate, se aseguraba que los tertulianos para los programas especiales realizados con motivo de las elecciones generales y las del País Vasco y Cataluña, se elegían en base a su «experiencia, capacidad y solvencia», cada vez son más los periodistas o comentaristas vinculados a la izquierda que aparecen en la televisión pública en los últimos tiempos.

Este hecho, además, apuntala las informaciones publicadas por El Debate, y que ponen de manifiesto cómo el Gobierno quiere controlar RTVE para usarla como altavoz, a través de un real decreto ley por el cual se garantiza la mayoría en el Consejo del ente público, una decisión que se ha ido cocinando tras el caos y las guerras de poder en el seno de la corporación.

De hecho, la debilidad de la presidenta interina, Concepción Cascajosa, era evidente. No consiguió su renovación el pasado mes de septiembre, aplazando la reunión del Consejo de RTVE, y en este tiempo el Gobierno ha terminado por consumar su asalto y que tiene un detonante concreto: el fichaje blindado de David Broncano.

Un fichaje avalado por el exdirector de Contenidos, José Pablo López, cuya destitución fue propuesta por Elena Sánchez al Consejo, tras negarse a aceptar las condiciones pactadas con el cómico. Tras el voto favorable, el Consejo decidió cesar a la propia presidenta por pérdida de confianza en esta, colocando en su lugar a Cascajosa.

Desde entonces, todo lo que tiene que ver con las intrigas en el corazón del ente público se han intentado mantener en el más absoluto de los silencios, tal y como muestran las informaciones publicadas por El Debate, y no solo en lo referente a las luchas internas en el Consejo, sino también en lo que concierne a la suspensión de las oposiciones por las filtraciones de los exámenes.

Y de nuevo, RTVE vuelve a ocultar información a la ciudadanía, pues se niega a explicar cuánto dinero cuestan a los españoles los programas en los que participa Pablo Iglesias o cuánto dinero se embolsa el exvicepresidente del Gobierno por lanzar sus soflamas en la televisión de todos. Y todo ello cuando la programación ha sido previamente aprobada y contratada por el Consejo de Administración y la alta dirección de RTVE.