Cine
Las dos únicas películas que Joaquin Phoenix ha visto de sí mismo
El actor, que cumple 50 años, reconoce que se avergüenza de su trabajo y le resulta imposible verse en pantalla grande
Ya sea para enorgullecerse de su actuación, analizar su trabajo o vivir la misma reacción que sus fans, son muchos los actores que disfrutan viendo sus propias películas. En un mundo tan sumamente superficial y egocéntrico como Hollywood, este tipo de ejemplos abundan con nombres tan conocidos como Samuel L. Jackson, Keanu Reeves o Tom Cruise. Sin embargo, muchos otros, víctimas de su propia timidez, luchan incluso por ver la primera proyección con el resto del reparto o evitar asistir al estreno para presentarla.
De todos ellos, quizá el nombre que más sorprenda sea el de Joaquin Phoenix, que este lunes 28 de octubre cumple 50 años. Considerado por muchos como un portento de la interpretación, debutó en el cine con SOS Equipo Azul hace ya más de tres décadas, pero no parecen suficientes para acostumbrarse a verse en la pantalla grande. Y eso que se ha ganado un nombre como figura clave del cine actual. Desde su aparición en la icónica Gladiator, con su papel del temido emperador Cómodo, hasta su última interpretación de Arthur Fleck en la segunda parte de Joker, Phoenix ha recibido grandes elogios por su trabajo.
A pesar de todo, el actor no soporta verse a sí mismo. Él mismo lo expresó en una entrevista en 2013 cuando le preguntaron si había visto Irrational man, la película que le unió a Woody Allen y en la que interpreta a un profesor universitario de filosofía en plena crisis existencial. Evidentemente, confesó que no y fue más allá al desvelar que, de su extensa filmografía, solo dos habían sido las agraciadas con un visionado suyo: The master y Her. «Esas son las únicas dos que he visto».
«Pensé que tal vez sería lo suficientemente maduro para observar y aprender de ellas, para pensar: estos son los errores que he cometido, pero resulta imposible», explicó en otra entrevista al South China Morning Post en el que le preguntaron a qué se debía su pavor a reconocerse en distintos personajes. «Es algo con lo que lucho en cada proyecto».
De hecho, el actor sólo se obligó a ver The Master después de que Paul Thomas Anderson, su director, le dijera que «fuera un hombre» y se atreviese a verse en el papel de Freddie Quell, un excombatiente de la II Guerra Mundial que, tras regresar a EE.UU, se encuentra sin rumbo y acaba en La Causa, un culto inspirado en la Cienciología liderado por el ya fallecido Philip Seymour Hoffman.
Phoenix hizo todo lo posible por ver la película que incluso le valió al actor una nominación al mejor actor en los Oscar de 2012, pero aun así tuvo dificultades para conseguirlo. «Fue devastador», recuerda. «Pensé: ‘Vale, tienes razón’. Debería poder verlo, no ser un cobarde y decir: ‘Oh, eso funcionó o no funcionó’. Me armé de valor durante un rato, pero no tuve el arrojo de terminarla y la quité».
El actor también explicó que su incapacidad para lograrlo se debe a un momento de juventud en el que estaba haciendo zapping en la televisión y se encontró con una de sus películas. «La vi y era una basura. Sentí que estaba trabajando de manera forzosa. Vi tanta actuación que realmente me avergoncé de todo aquello».
Sobre por qué decidió que Her fuese la otra película que merecía la pena ver, Phoenix no se ha pronunciado, aunque lo mismo coincide con sus fans y piensa que es una de las mejores interpretaciones de su carrera hasta la fecha. En ella, Spike Jonze parte de un mundo futurista regido por la tecnología para reflexionar sobre la naturaleza de la soledad y de cómo nada puede realmente reemplazar el consuelo y compasión humana a pesar de los avances de la ciencia. Lo hace gracias al personaje de Theodore Twombly (Phoenix), un hombre recién divorciado que desarrolla una relación sentimental con su asistente virtual de inteligencia artificial.