Garci: «Clint Eastwood, a quien se acusa de facha como a Mel Gibson, es el John Ford de nuestro tiempo»

El próximo 14 de diciembre, José Luis Garci recibirá la Medalla de Oro de los Premios Forqué 2024 que EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales) le ha concedido como reconocimiento a su carrera y su decisiva contribución al sector audiovisual en España. «Es uno de los más grandes cineastas no solo del cine español, sino del cine universal. Su carrera define como pocas la historia de nuestro país en el último medio siglo y ha llevado como ninguno el nombre de España por el mundo», ha asegurado este jueves Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, en un cálido homenaje a modo de encuentro con Garci y los medios de comunicación en Madrid. «Tenía mucho cariño por José María Forqué y sobre todo le debo la nominación de Sesión continua. Fue un empeño personal suyo. Es una pena que ya no esté aquí, ni tampoco su hija. El mundo ha cambiado», afirmaba, nostálgico Garci.

«Tengo la sensación de que el difunto en este caso es un vivo (se refiere a él mismo por el homenaje de EGEDA). Soy un modelo del 44. Visto así, parece mucho, pero si pienso en Clint Eastwood, me parece que soy un chaval. Fíjate, con 94 años y estrena película. Y ha cambiado de novia y todo», bromeaba el director, que ha explicado por qué es Garci y no García.

«En el colegio, la directora, Angelines Gaínza, me llamaba siempre Garci desde que tenía 10-11 años, no sé por qué. En el PREU pasé a ser José Luis García Muñoz. Y cuando empecé a escribir las primeras cosas, dije: 'voy a firmar José Luis Garci', aunque me ponían siempre García. En la Sociedad de Autores lo puse como Garci y se ha quedado desde entonces Garci», recuerda.

«He sido muy poquito de derechas, muy poquito de izquierdas y muy poquito de centro. En cambio, he sido un independiente militante toda mi vida. He podido hacer Asignatura pendiente y Canción de cuna. Y me ha ido bien», reconoce José Luis Garci, para quien este premio «es muy especial porque lleva el nombré de José María Forqué y porque me lo dan también como productor. Cuando trabajé con José Luis Dibildos me decía: 'eres el único tipo del cine español que no me ha pedido dirigir. Tú solo quieres producir'. Y era lo que quería entonces».

«Me faltan las personas que han estado conmigo. Cuando eres mayor te das cuenta de que es un premio colectivo. A mí me ha ayudado y ensanchado mucha gente. He trabajado con los mejores actores que podía haber entonces en España: Fernán Gómez, Alfredo Landa, Pepe Sacristán, Jesús Puente, Adolfo Marsillach. De los nuevos, Carlos Hipólito. Julia e Irene Gutiérrez Caba... Productores como Dibildos, Marsó, Frade… Era gente profesional que sabía lo que era una película. Pasa el tiempo y lo que echas de menos es la gente con la que has trabajado. No hay nadie. Echo la vista atrás, por ejemplo con Volver a empezar, y no ha nadie, es algo asombroso. Es algo que, según vas cumpliendo películas, vas echando de menos. La gente del cine solo se muere, pero está presente, tú la vas a ver siempre», ha afirmado el cineasta.

«Dirigir una película es un oficio. Con fijarte bien, no te hace falta ir probablemente ni ir a la escuela de cine. Con que vayas al Museo del Prado dos veces por semana tienes todo. Ahora, escribir no es un oficio, es un don. Escribir es muy difícil. Los críticos lo que quieren ser son directores, no escritores. Como decía Billy Wilder no sé si soy un cineasta que escribe películas o un escritor que hace cine», ha expresado el cineasta, escritor y divulgador de cine.

«He visto Megalópolis. MegaCoppolis la llamo yo. Como todo el cine último me parece una ensalada César. Desde Todo a la vez en todas partes, la película que ganó el Oscar hace dos años, todas las películas están haciendo eso, ensaladas, mezclando todo. La sustancia es una mezcla de terror, fantasía, Kubrick. Las películas de ahora son en realidad muchas películas (en una). La mejor película española de este año es La infiltrada y creo que esa actriz (Carolina Yuste) es como nuestra Lady Gaga sin cantar, esa potencia... Me gustó mucho Carmen y Lola, de la misma directora (Arancha Echevarría). No soy amigo, no la conozco», admite.

José Luis Garci, el hombre que dio a España el primer Oscar a la mejor película en habla no inglesa (ahora mejor película internacional) con Volver a empezar, no ha sido reconocido nunca con el Goya de Honor que sin duda merece. «No puedo aspirar a todos, es imposible. Tengo el Goya. No me puedo quejar. He estado cuatro veces nominado al Oscar, cuatro películas mías, tengo el Oscar, el Goya, la Medalla de Bellas Artes, el Premio Nacional de Cinematografía… Tener más premios sería un poco difícil», responde con su habitual humildad a la pregunta de El Debate.

¿Quiere Garci rodar una nueva película? «La mayoría de los directores están soñando con hacer una película. A mí me da igual. No tengo ninguna gana de hacer una película. Yo estoy ya por un mundo sin reuniones. Yo no voy a ir a una plataforma con un guion bajo el brazo. Si alguien quiere que haga una película, que me llame, pero no creo que ocurra eso», admite Garci, que se ha referido nuevamente a Clint Eastwood, que ese jueves estrena en España Jurado Nº2.

«Clint Eastwood es el último clásico, es el John Ford de nuestro tiempo. Algunas películas suyas serán inmortales, como Los puentes de Madison, Million Dollar Baby o Sin perdón, por decir tres. Es un tipo muy simpático. Estuvo aquí. Se lo debe todo a España, a Almería, vino aquí cuando era un desconocido con Sergio Leone y salió lanzado como una estrella. Tiene un talento enorme como director y mucho gusto para poner la música en sus películas. Es el heredero de ese cine clásico que hacía John Ford. Se le ha acusado mucho de facha, pero también le ha pasado a un director genial como es Mel Gibson, que es un director fantástico. No tienen el apoyo del ala izquierda. Apocalypto será por ejemplo una de las grandes películas de este tiempo», ha asegurado Garci.