'Reagan', la película con valores católicos que ha ganado la guerra contra la censura

Dirigida por Sean McNamara, y actualmente en los cines, Reagan es la película biográfica sobre el 40.º Presidente de los Estados Unidos por el Partido Republicano. «Cumple la más importante condición que debe exigirse en un biopic: máxima fidelidad a los hechos. Y entre ellos, la religiosidad del biografiado», explica Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla, en su artículo publicado por el Centro Diego de Covarrubias.

«La fe de Reagan —prosigue— fue típicamente norteamericana: un tanto ecuménica (padre católico de origen irlandés, madre protestante rebautizada en la iglesia de los Discípulos de Cristo, en la que educaría al joven «Dutch») y más atenta al sentido moral que a sutilezas teológicas. El Reagan adulto asistía al culto solo ocasionalmente, pero la fe en un Creador informó tanto su vida privada —la película recoge muy bien la centralidad del amor fiel a su esposa Nancy— como su acción política. Reagan fue un firme creyente del «American creed» clásico, que concebía la libertad como un don divino: «Los hombres han sido dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad», proclamó en 1776 la Declaración de Independencia».

«De su creencia en Dios derivaba Reagan su visión de la Historia como un combate entre el bien y el mal. Y el mal, en las circunstancias contemporáneas, era el comunismo», cuenta el catedrático.

El filme hace un repaso de la vida del expresidente republicano: su infancia, su etapa como actor en Hollywood, su lucha contra los sindicatos, su carrera política y todas las decisiones que lo llevaron a presidir la mayor potencia mundial de la época.

El abordamiento de cuestiones políticas ha sido el pretexto de algunas empresas como Facebook para intentar censurar el filme. «Lo único que puedo decir es que Facebook, antes de que censuraran el material relacionado con el tema, lo hizo sin siquiera verlo», confesó Dennis Quaid, quien da vida a Reagan en el filme, en unas declaraciones a Fox News Digital.

Quaid y el equipo de marketing de la película afirmaron que Facebook no les permitía publicar una foto del protagonista promocionando la cinta a través de un anuncio pagado. Además, Facebook cerró la cuenta de la película en dos ocasiones por publicar vídeos de Quaid hablando sobre el proyecto a los medios de comunicación.

La red social les informó de que en sus publicaciones «menciona políticos o trata temas delicados que podrían influir en la opinión pública, en cómo vota la gente y puede afectar el resultado de una elección o una legislación pendiente», y por ello fueron censuradas.

A pesar de los intentos de censura por parte de una empresa con tanta repercusión como Facebook, el proyecto siguió adelante y venció a los que intentaban que no viese la luz. «Llegó Reagan para proclamar su convicción de que 'somos mejores y más fuertes que ellos; que no habíamos venido a empatar la Guerra Fría, sino a ganarla'», escribe Contreras. La película se ha contagiado del espíritu del expresidente y con convicción han ganado la guerra contra la censura.