Cine
El motivo por el que Paul Mescal no saludó a Denzel Washington en el rodaje en 'Gladiator II'
El actor de Normal People comparte en una entrevista cómo fue su primer encuentro con el dos veces ganador del Oscar
Aunque en Gladiator II, que se estrena el próximo 15 de noviembre, Paul Mescal tenga que enfrentarse a monos y rinocerontes, el actor, en realidad, tuvo que hacer acopio de su valor para conocer a uno de sus compañeros de reparto. Una vez superado su miedo de rodar a las órdenes de Ridley Scott por primera vez, reunió valentía para compartir escenas con Denzel Washington.
Durante una entrevista en el programa británico The Graham Norton Show, junto a Saoirse Ronan y Eddy Redmayne, la estrella de Normal People soltó pequeñas píldoras sobre la secuela de la gran epopeya de Russell Crowe. De todas ellas, al público le sorprendió que le atemorizase la presencia en el set de rodaje del doblemente ganador de un Oscar. «El primer día que trabajé con Denzel, él estaba en lo alto del set y yo solo daba vueltas y me peleaba con unos monos. Al final del día pensé: 'Dios, debo subir y presentarme'».
Mescal recordó que inicialmente se acobardó ante la experiencia y decidió dejar el entusiasmo para encontrarse con él al día siguiente. «Estaba parado al pie de las escaleras, me quedé allí un par de minutos, y dije: ‘Hoy no’», recordó el actor de Aftersun. «Salí corriendo a mi camerino y pensé: 'Mañana voy a ser un chico valiente'».
Pero como él mismo dijo, a continuación, bien está lo que bien acaba. «El segundo día, esperé al pie de las escaleras y me dije: 'No te muevas de aquí'», explicó. «Denzel bajó y pensé: 'Oh, Dios, aquí vamos'. Me estrechó la mano y me sentí extraordinario».
Al conocerlo, Washington se burló de Mescal por su transformación física para la película: «Me miró durante un buen rato y me dijo: 'Deja de hacer ejercicio, hombre'», reconoció Mescal, riéndose. Recordemos que el irlandés siguió un exigente programa de entrenamiento y una estricta dieta basada en comer «muchas pechugas de pollo y levantar objetos pesados».
Mescal también recuerda con cariño el primer momento en el que compartieron una escena. «Me sentí incapacitado», evocó en GQ en referencia a la ansiedad que le causó tener que actuar frente a una leyenda como él. «Pensé: 'Bueno, hoy es el día en que Denzel estará en el set'. Y me sentí tan incapacitado que, de repente, pensé: 'Esto es una estupidez. Tengo un trabajo que hacer'» y se enfrentó a su miedo como un gladiador más.
A pesar de todo el temor inicial, los protagonistas se convirtieron en íntimos durante los meses de rodaje y Denzel Washington elogió la interpretación de su compañero sin dudarlo: «Déjenme decir esto: este chico cumple. Soy un actor bastante bueno. Hablo en serio, créanme. Lo vi cuando Russell [Crowe] lo hizo y ahora con él: cumplió. Este chico cumplió».
No fue el único en verlo. A Ridley Scott le bastó una llamada de 30 minutos para ofrecerle el papel de Lucio, hijo de Máximo y sobrino del emperador Comodo. «Ridley no pierde el tiempo», reconoce Mescal. «Pensé que habría pruebas de cámara y audiciones, pero hicimos una videollamada de media hora, hablamos durante 10 minutos sobre el papel y luego durante 20 minutos sobre el fútbol gaélico, su perro y su esposa». El resto ya es historia.