¿Qué fue de María Isabel tras ganar Eurovisión Junior? Ya es madre y un ejemplo de superación
Madre de una niña, firme creyente y defensora de la salud mental, María Isabel ha encontrado equilibrio en la fe y el amor familiar
La canción Antes muerta que sencilla se convirtió en un himno generacional y marcó un hito en la historia musical de España. María Isabel, con tan solo 9 años, conquistó a toda Europa con su desparpajo, carisma y una buena dosis de coquetería en Eurovisión Junior 2024, llevándose el triunfo en el festival y convirtiéndose, de paso, en un fenómeno cultural. Porque, seamos sinceros: han pasado casi 20 años y su tema sigue sonando en bodas, verbenas y fiestas de pueblo como si no hubiera pasado el tiempo. Es más, todo el mundo se sabe el baile. Ahora, dos décadas después, la sevillana vuelve a ser el centro de atención. La artista, que en su día vendió más de medio millón de copias de su icónica canción y obtuvo cinco discos de platino, está lista para regresar al escenario que la lanzó al estrellato: Eurovisión Junior. Este sábado 16 de noviembre, María Isabel actuará en la gala de Eurovisión Junior 2024 reviviendo el espíritu que marcó a una generación.
A sus 28 años, la cantante vive uno de sus momentos más dulces: la maternidad. El pasado 14 de febrero de 2023, día de San Valentín, María Isabel y su esposo, Jesús Marchena, dieron la bienvenida a su primera hija, a la que han puesto el original nombre de Daliana. «Siento que estoy en mi mejor momento. Verle la cara a mi princesa es lo que más me motiva», declaró emocionada a LOC.
María Isabel mantiene una sólida relación con Jesús Marchena desde 2016, y juntos han construido una vida estable y feliz. «Ahora entiendo todo lo que mis padres hicieron por mí», confesó en una ocasión. Marisa y Julio, sus padres, jugaron un papel fundamental durante los años de su gran éxito, gestionando su dinero para que la artista pudiera disfrutarlo cuando fuese mayor. Gracias a esa buena planificación, María Isabel asegura que tiene su vida económica más que resuelta. «Mis padres siempre estuvieron ahí para protegerme, y se los agradeceré siempre», comentó en una entrevista reciente.
Aunque María Isabel ha vivido momentos de éxito que muchos solo pueden soñar, su camino no ha sido precisamente fácil. En 2020, tras su participación en Tu cara me suena, donde se convirtió en una de las estrellas de la octava edición, sorprendió al anunciar su retirada un año después debido a problemas de salud mental. En un mensaje sincero y desgarrador publicado en su cuenta de Instagram, explicó: «Me veo en la obligación de tener que tomar un respiro… tiempo para pensar, meditar, y saber el camino a seguir. Podría decir que volveré… pero eso solo ocurrirá si termino de entender el funcionamiento de esto. Padezco ansiedad y es complicado lidiar con ello a diario, y más en este mundo».
María Isabel habló abiertamente sobre cómo la ansiedad marcó un punto de inflexión en su vida. Durante una entrevista con Espejo Público, compartió uno de los episodios más difíciles que vivió: una crisis de ansiedad en un tren de Sevilla a Madrid. «Empecé a sentir que no podía respirar, sudores, pérdida de visión y el corazón muy acelerado», relató. Esa experiencia, sumada a su mudanza a Madrid y el temor a enfrentarse a una vida lejos de su familia, desencadenó miedos que habían estado latentes, como el temor a la soledad o a viajar en avión. «Me veía muy pequeñita ante el mundo y quería salir corriendo», confesó.
El confinamiento, en el que pasó mucho tiempo junto a su familia, también fue clave para entender el origen de su ansiedad. «Separarme de ellos tras ese período tan intenso me hizo darme cuenta de que esa soledad era lo que realmente me afectaba», explicó. Desde entonces, se ha convertido en una firme defensora del cuidado de la salud mental: «Si cuando nos duele la espalda vamos al fisioterapeuta, lo mismo aplica para la salud mental. Solo tenemos un cuerpo y una mente, y hay que cuidarlos», afirmó.
María Isabel y su refugio en Dios
En su proceso de recuperación, María Isabel encontró en la fe su mayor apoyo. «Dios tiene un plan para todos. Es quien me guía», confesó en una entrevista con El Mundo. Según sus palabras, su fe la ayudó a encontrar el impulso necesario para superar los momentos más difíciles: «Quizá esto te parezca una tontería, pero fue Dios quien estuvo conmigo en Bailando con las estrellas. Me dio todo el impulso necesario para aguantar, para decir: 'venga, tú puedes, lo vas a hacer bien'. He aguantado porque sabía que estaba con Él. Rezar y hablar con Él cada noche es fundamental para mí.»
Gracias a esa fuerza interior y a su determinación, la artista pudo regresar con éxito a los escenarios, ganando la última edición de Bailando con las estrellas. La artista dejó claro que el camino no ha sido fácil, pero su historia es un recordatorio de que la salud mental merece toda nuestra atención y cuidado. Para María Isabel, su lucha no solo la ha fortalecido, sino que también le ha permitido inspirar a otros a no rendirse: «No importa cuán oscura parezca la noche; siempre hay un amanecer por venir».