Esta es la película española favorita de Almeida

Aunque se casó el pasado mes de abril, José Luis Martínez Almeida sigue viviendo en su céntrico piso de la capital. Le acompaña ahora Teresa Urquijo, que se mudó allí una vez convertidos en marido y mujer y llevando consigo los enseres personales habituales. Ahora ambos conviven una modesta casa junto a uno de los bienes más preciados del alcalde madrileño: un premio del Festival de Berlín.

¿Cómo ha llegado a su haber semejante galardón y en qué momento se ha convertido en una de las joyas más valiosas del político? La respuesta la tiene su abuelo materno, José Luis de Navasqüés, que fue dueño de la exitosa productora española Estudio Chamartín.

El alcalde reconoció que fue él quien le inició en su pasión por el Séptimo Arte. Fue en la presentación del libro Madrid desde el cine, una recopilación firmada por Luis Deltell, Carlos Manuel y Agustín Gámir, que enumera y habla de más de 200 películas rodadas en España en los últimos años. «Tengo un Oso de bronce del Festival de Berlín que ganó y que es el mejor y más preciado recuerdo que yo guardo de mi abuelo por esa conexión con el mundo del cine», explicó visiblemente emocionado.

Uno de los primeros y grandes éxitos de Navaqüés fue producir Marcelino, pan y vino, un auténtico fenómeno dirigido por Ladislao Vajda en 1954. Basado en la novela de José María Sánchez Silva, se convirtió en uno de los mayores éxitos comerciales del cine español con la historia de este humilde niño que vive en un orfanato dirigido por franciscanos. La película arrasó en España en taquilla y fue aplaudida en el Festival de Cannes aspirando a la Palma de Oro y ganando el Oso de Oro de la Berlinale.

Fue precisamente el protagonista de Marcelino, pan y vino el que le dio su momento glorioso al abuelo de Almeida. Pablito Calvo, así se llamaba, protagonizó otras dos películas: Mi tío Jacinto y Un ángel pasó por Brooklyn. La primera de ellas es a la que guarda especial cariño el alcalde, puesto que fue la que obtuvo el mencionado premio del Festival de Berlín. No consiguió la estatuilla del jurado (que se sigue entregando en la actualidad), sino el ya desaparecido galardón de la audiencia que lo acreditaba como el segundo mejor largometraje para los espectadores.

El edil también reconoció que otra de sus películas preferidas por excelencia es Tarde de toros, que también estuvo nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. La película que sigue las andaduras de los diestros Ricardo Puente, Juan Carmona y Rondeño II que dan vida a la vieja gloria, la estrella de moda y la joven promesa respectivamente. Un drama dirigido una vez más por Ladislao Vajda que produjo Navasqüés a través de Estudio Chamartín y que despertó el gusto por el toreo en el alcalde madrileño.

Previamente, Almeida también había hablado de su vinculación con el cine de manera estrecha en una entrevista concedida a Decine21. Por aquel entonces, aún no se había convertido en alcalde de Madrid y explicó que las películas que le habían dejado huella en su vida habían sido Cadena perpetua y La vaquilla.