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‘900 días sin Anabel’, el documental de Netflix sobre el secuestro que conmocionó a España en los 90
La joven madrileña Anabel Segura fue raptada en La Moraleja (Madrid) y hallada muerta en Toledo dos años después
Las series documentales basadas en crímenes reales siguen gozando de una gran aceptación entre la audiencia de las plataformas en streaming. La última historia llevada a las pantallas por Netflix ha sido la del terrible secuestro y asesinato de Anabel Segura en 1993.
La serie documental, estrenada el 22 de noviembre y titulada 900 días sin Anabel, cuenta con detalle la historia de un crimen que mantuvo en vilo a la familia de la estudiante de empresariales y a toda España durante más de dos años (desde abril del 93 hasta el año 95). Aunque la joven fue captada en su urbanización mientras hacía deporte y, a las pocas horas, fue brutalmente asesinada en Toledo, sus asesinos trataron de hacer creer a sus padres que seguía viva, sirviéndose de la voz de la mujer de uno de los criminales, con el fin de cobrar un rescate.
La producción consta de tres episodios en los que, además de recuperar los documentos audiovisuales de los informativos y programas de la época, el hilo conductor del relato se ha apoyado, entre otros, en los testimonios de los responsables fuerzas de seguridad que se hicieron cargo del caso. Aseguran en la docuserie que fue unos de los casos «más complicados» que han conocido en toda su carrera profesional.
Aunque el asesinato de Anabel se produjo solo cuatro horas después de su secuestro, Emilio y Candi, los criminales que sesgaron la vida de la joven madrileña y la de toda su familia, siguieron adelante con su tétrico plan de conseguir un dinero que pusiera fin a sus graves problemas económicos.
Cuando el matrimonio Segura-Follers pidió una prueba de vida para seguir adelante con la negociación, los asesinos hicieron que la mujer de uno de ellos se hiciera pasar por la joven. Estas grabaciones que llegaron a ver la luz en diferentes programas de televisión eran el único nexo entre la Policía y los asesinos, pero, sobre todo, fueron la clave para resolver el caso gracias al espacio que por aquel entonces presentaba Paco Lobatón.
El papel clave de 'Quién sabe dónde'
Junto con los testimonios de los investigadores del caso, el periodista Paco Lobatón también aparece en escena, 31 años después, en la producción dirigida por Mónica Palomero y producida por Toño Sanchís para Sapo S.A. Su programa Quién sabe dónde jugó un papel trascendental para dar luz a un caso que parecía imposible de resolver.
En junio de 1995, al emitirse las grabaciones de los secuestradores en este espacio televisivo que hacía el seguimiento del caso cada semana, un espectador aseguró reconocer la voz de Emilio Muñoz, un repartidor que, según el testimonio del televidente, acababa de pasar por su casa.
Un valiente paso al frente por parte de un anónimo que dio el empujón necesario a la inminente detención de los culpables y la resolución del caso. El 28 de septiembre de 1995, Emilio y Candi eran detenidos y, en el interrogatorio, Muñoz se derrumbaba y confesaba el crimen de inmediato, así como el lugar donde se habían deshecho del cadáver.