Inés Hernand, presentadora de RTVE, gana 'MasterChef Celebrity 9'

El concurso de cocina llegaba a su fin. Después de unos nerviosos cocinados en la prueba de exteriores (realizada en Menton, Francia), Pitingo y Francis se caían de la pugna por convertirse en el ansiado vencedor. Marina Rivers e Inés Hernand serían las designadas para batirse en duelo bajo la atenta mirada de sus seres queridos y el juicio de Dabiz Muñoz —con 3 Estrellas Michelin y 3 Soles Repsol a sus espaldas—.

Sería la segunda quien se alzase con el ansiado trofeo después de una disparidad mostrada entre el chef invitado y los tres jueces habituales. Hernand, además de haber ejercido la abogacía, es una presentadora de la casa. Comenzó su carrera en RTVE en 2020 conduciendo Gen Playz, con el que ganó el Premio Ondas a Mejor Programa de Entretenimiento en 2021. También presentó el Benidorm Fest en las ediciones de 2022 y 2023. Y hasta hace menos de un mes, hacía lo propio en el concurso musical de RTVE, Feat, con un jurado compuesto por los artistas Omar Montes, Ana Mena, Lit Killah, Rusherking y FMK.

Disparidad de criterios

Volviendo a las valoraciones, en ambos menús se encontraron fallos: en el caso de Inés, fue en un primer plato del que decía ser unas patatas a la importancia cuando todos coincidieron en que no recordaban a ellas (pese a ello, mostraron su consenso en que la elaboración como un «10»).

La disparidad llegó a la hora de juzgar a Marina. Comenzando por el final, Jordi hizo un apunte sobre su postre —a base de frambuesas, fresas y chocolate—, aseguraba que era escaso. Pero lo extraño fue la valoración de su plato principal. La influencer elaboró una pieza de cordero junto con una teja de almendra y una cereza presente en un licuado y unas pompas, aludiendo a una tradición familiar.

«La salsa es superpotente, me parece superprofunda. Lo que tiene que saber mucho sabe mucho y lo que tiene saber un poco menos para envolverlo, sabe menos. Me ha gustado casi tanto como el primero —del que dijo que le había p*** flipado—», decía Muñoz. Sin embargo, los tres jueces de MasterChef opinaban lo contrario, afirmando que «el acompañamiento tiene que estar un poco más pensado» o que le faltaba sabor.

Dos menús reivindicativos

Durante la presentación de sus menús, ambas finalistas aprovecharon su momento como agradecimiento a sus seres queridos y como altavoz para sus reivindicaciones. Hernand hizo un repaso por los trabajos que había tenido, asegurando que «no pasa nada por equivocarse», además de pedir perdón por quienes pudieran haberse sentido «ofendidos desde casa o malinterpretar» sus acciones. Igualmente, alzaba la voz en favor de la «diversidad», ejemplificada en sus muchos «amigos y amigas queer».

Por su parte, Marina aprovechó para denunciar el bullying que había sufrido en redes sociales y cómo ha perdido el miedo a callarse y alzar la voz por las cosas que le importaban.

Además del trofeo, la presentadora de RTVE tuvo la oportunidad de hacer una última donación de 4.000 euros, destinada a la fundación Ared, dedicada a «la integración social a mujeres en riesgo de exclusión social para que se integren en el mercado laboral».