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Sylvester Stallone en Rocky

Cine

El tiempo récord en el que Stallone escribió 'Rocky'

La chispa que encendió la creatividad de Stallone para escribir el guion fue la histórica pelea entre Muhammad Ali y Chuck Wepner el 24 de marzo de 1975

El nombre de Sylvester Stallone está eternamente ligado a Rocky Balboa, un personaje que no solo marcó un antes y un después en la industria cinematográfica, sino que también se convirtió en un símbolo universal de la perseverancia. Lo que muchos no saben es que el guion de Rocky, la película que lanzó a Stallone al estrellato en 1976, fue escrito en tan solo tres días, un logro impresionante que no podría entenderse sin conocer el contexto personal del actor y su historia de superación.

La chispa que encendió la creatividad de Stallone fue la histórica pelea entre Muhammad Ali y Chuck Wepner el 24 de marzo de 1975. Wepner, un boxeador desconocido y sin posibilidades aparentes, logró mantenerse en pie contra Ali durante casi 15 asaltos, desafiando todas las probabilidades. La resistencia y el espíritu de lucha de Wepner resonaron profundamente en Stallone, quien, tras ver la pelea, llegó a casa y comenzó a escribir frenéticamente la historia de un boxeador humilde que aspiraba a algo más grande. El guion de Rocky estaba listo en apenas 72 horas.

Otra inspiración para Rocky provino de Marcado por el odio (Somebody Up There Likes Me, 1956), una película protagonizada por Paul Newman basada en la vida del boxeador Rocky Graziano. La autenticidad y la crudeza del filme dejaron una huella en Stallone, quien quería capturar esa misma esencia de lucha y redención en su historia.

Marcado por la lucha desde la infancia

Stallone no era ajeno a las adversidades. Nacido en el seno de una familia desestructurada, su infancia estuvo marcada por la inestabilidad y la pobreza. Fue expulsado de catorce escuelas antes de los once años, pero su talento atlético le permitió acceder a una beca deportiva. Más tarde, decidió matricularse en arte dramático en la Universidad de Miami, donde también comenzó a explorar su pasión por la escritura. A principios de los años 70, su situación económica era crítica. Fue desahuciado, durmió en una terminal de autobuses y, en su momento más bajo, tuvo que vender a su perro, Butkus, por 40 dólares porque no podía mantenerlo. Este sacrificio sería temporal, ya que, tras el éxito de Rocky, Stallone recuperó a Butkus por 15,000 dólares, y el fiel compañero tuvo su lugar en las primeras películas de la saga.

Cuando Stallone presentó el guion de Rocky, los productores quedaron impresionados y le ofrecieron una suma de 360,000 dólares por los derechos. Sin embargo, Stallone tenía una condición innegociable: él debía protagonizar la película. Los productores querían a actores consagrados como Robert Redford o Burt Reynolds, pero Stallone se mantuvo firme, a pesar de estar en una situación económica desesperada. Finalmente, los productores aceptaron, pero con un presupuesto reducido de 1 millón de dólares, que condicionó todo el rodaje.

El presupuesto limitado llevó a decisiones creativas que se convirtieron en parte de la magia de la película. La icónica escena de Rocky corriendo por las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia fue filmada sin permisos y con una camioneta improvisada. Lo que podría haber sido un obstáculo técnico se transformó en un momento inmortal del cine. Además, el actor se entrenó intensamente para el papel, trabajando bajo la dirección del legendario entrenador de boxeo Cus D’Amato. Este compromiso físico y emocional con el personaje convirtió a Rocky Balboa en una figura auténtica y relatable. Así las cosas, cuando Rocky se estrenó en 1976, pocos anticipaban el impacto que tendría. Con un presupuesto de 1 millón de dólares, la película recaudó más de 225 millones y se llevó tres premios Oscar, incluido el de Mejor Película.