«Trata de un tipo joven que asciende en una gran empresa al dejar su apartamento a los directivos para el grandioso viejo ritual americano, el engaño de media tarde». A Billy Wilder le bastó esta frase para convencer a Shirley MacLaine para protagonizar El apartamento junto a Jack Lemmon. Él, CC Baxter, un empleado de buen carácter, pero con una profunda soledad. Ella, Fran Kubelik, la eficaz ascensorista lo suficientemente inteligente para darse cuenta de que toma malas decisiones en su vida amorosa, pero impotente para romper el ciclo. El maestro del cine dirige a ambos con su maestría habitual guiándoles a través de la comedia, la tragedia y el romance con la misma facilidad de otras obras maestras como El crepúsculo de los dioses.