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Sight: Camino a la luz se estrena este viernes 31 de enero en los cines españoles
Crítica de cine
'Sight: Camino a la luz', la historia real del cirujano que huyó de China para curar la ceguera
La película de Andrew Hyatt cuenta con unos magníficos actores secundarios
Este emotivo largometraje de Andrew Hyatt se inspira en la historia real de Ming Wang (interpretado por Terry Chen), que fue un niño prodigio en la China comunista de la que huyó para convertirse en un famoso cirujano oftalmológico en los Estados Unidos, cuyos avances en cirugía han tenido repercusiones en la práctica oftalmológica del mundo entero.
El guion de Andrew Hyatt, John Duigan y Buzz McLaughlin pone el foco en el caso de Kajal (Mia SwamiNathan), una niña india huérfana que está ciega y que, acompañada de una monja, Sor María, viaja a Estados Unidos para que le opere el ya célebre Ming Wang. El médico cree que no puede hacer nada por ella, pero los fantasmas de su propio pasado durante la Revolución Cultural no le dejan conformarse con esa decisión. En paralelo Wang tiene que tratar de operar a María, una adolescente ciega de nacimiento. Ambas tramas se cruzarán de forma misteriosa.
Estamos en 2007. El filme arranca con un prólogo que es una breve escena absolutamente estremecedora. En India es más fácil conseguir limosnas si se es invidente. Y ese va a ser el destino de Kajal, nacida con los ojos en perfecto estado. Alguien la va a cegar para explotarla después. De ahí pasamos a la consulta del doctor Wang en Nashville (Tennessee), donde le vemos conseguir espléndidos resultados en sus cirugías, como los trasplantes de córneas.
A partir de ahí, la película va trenzando los flashbacks del pasado de Wang con su presente, y nos ofrece un hermoso retrato de la vocación médica, del valor que tiene que alguien crea en uno, de la curación del alma, del trabajo en equipo, del poder de la oración, de la importancia de los vínculos familiares y de lo útil que es saber que, por muy genial que uno sea, los milagros solo los puede hacer Otro, donde y cuando quiera.Una película llena de humanidad, con unos magníficos secundarios, y con escenas gratamente emotivas. Wang al principio del filme es considerado casi como un hombre que hace milagros, y él está un poco pagado de sí mismo. Su experiencia con Kajal le servirá para conocerse mejor y adquirir una mirada de humildad. Por eso, en un hermoso juego de palabras, Wang podrá decir: «Ella me abrió los ojos». Tampoco falta una refrescante trama romántica.
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Las interpretaciones son muy eficaces, con el brillo en el centro de la magnífica niña Mia SwamiNathan, y están envueltas en la estupenda iluminación del fotógrafo Michael Balfry y la banda sonora de Sean Philip Johnson. En los créditos finales podemos disfrutar de fotografías de la historia real de Ming Wang y de otros personajes del filme. Pero lo más reseñable es que podemos ver el vídeo doméstico en el que María se descubre a sí misma por primera vez en un espejo. Ming Wan es uno de los productores de la película.