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Wolfgang se estrena en cines este viernes 14 de marzo

Wolfgang se estrena en los cines este viernes 14 de marzoUniversal Pictures

Crítica de cine

'Wolfgang': una grata historia de paternidad restaurada

Javier Ruiz Caldera dirige esta nueva película protagonizada por Miki Esparbé y Jordi Catalán sobre un niño con síndrome de Asperger y su padre

Wolfgang (Jordi Catalán) es un niño de diez años con síndrome de Asperger que vive con su madre soltera. Tiene un cociente intelectual de 152, toca el piano magníficamente y sueño es ser el mejor pianista del mundo. Tras la inesperada muerte de su madre, que era también una gran melómana, Wolfgang se tiene que ir a vivir con su padre, Carles (Miki Esparbé), al que no conoce. Pero Carles, actor de profesión, es todo desorden y caos, algo insoportable para el niño. Los dos tendrán delante un gran reto: aprender a ser padre y aprender a ser hijo respectivamente.

Esta película es la adaptación de la homónima novela en catalán de Laia Aguilar, por la que en 2016 ganó el Premio Carlemany para el fomento de la lectura. Wolfgang se trata de su novela más personal. Ella ha participado en la escritura del guion junto a Yago Alonso, Carmen Marfà, y Valentina Viso. Mediaset y Telecinco han participado en la producción.

El director de comedia Javier Ruiz Caldera se pone más serio de lo habitual para ofrecernos una comedia dramática que toca temas de no poca hondura antropológica. Carles representa al típico treintañero que ha querido prolongar todo lo posible en el tiempo su adolescencia irresponsable más allá. Acostumbrado a vivir para sí mismo tiene que vivir ahora pendiente de otro, y no un «otro» cualquiera, sino un hijo con un síndrome de muy difícil socialización. Sin embargo, Carles en ningún momento se rinde, sino que comprende que la paternidad es un bien que en su día dejó escapar y que ahora, en esta nueva oportunidad que le da la vida, quiere aprovechar.

El caso de Wolfgang es muy distinto, porque sus limitaciones son cerebrales, pero hace un camino muy importante: el de asumir y entender –a su manera- por qué su madre ya no está y porque su padre nunca estuvo y ahora aparece. Tiene que ordenar en el puzzle de su cabeza unas piezas aparentemente inconexas a las que hay que dotar de sentido. Necesita reelaborar sus vínculos y reubicarse en el mundo. Evidentemente, ninguno está solo en su camino. La psicóloga de Wolfgang, Mia (Anna Castillo), y su abuela (Àngels Gonyalons) van a ser una ayuda –a veces no inmediata- para ambos.

La película cuenta con una puesta en escena correcta muy convencional y comercial, pero las interpretaciones son buenas, sorprendiendo los registros del niño Jordi Catalán. Esparbé se sabe mantener en la difícil línea que separa el drama de la comedia. El guion esconde momentos brillantes, y trata de no ser demasiado previsible proponiendo giros interesantes en la trama. Se echa de menos que en una historia donde la muerte tiene tanta presencia, incluso el suicidio en un momento dado, no haya una mínima apertura trascendente, y lo único que se le dice al niño es que cuando alguien muerte se convierte en una estrella. El conjunto es una cinta positiva, que elogia la paternidad y el abrazo de la diferencia.