África se lleva el Nobel, el Booker y el Goncourt
Tras el premio de la Academia Sueca al escritor tanzano Abdulrazak Gurnah, las mejores novelas del año en lengua inglesa y francesa las firman el sudafricano Damon Galgut y el senegalés Mohamed Mbougar, respectivamente
Ayer se fallaron los premios Booker y Goncourt, los galardones más prestigiosos en lengua inglesa y francesa, que fueron a parar al sudafricano Damon Galgut y al senegalés Mohamed Mbougar.
Tras concederse el Nobel el pasado mes de octubre al escritor tanzano Abdulrazak Gurnah, el continente africano hace pleno en tres de los premios anuales más importantes y prestigiosos de la literatura.
La Promesa, la novela ganadora de Galgut, trata sobre una familia blanca que no cumple su palabra de dar un hogar a la mujer negra que ha trabajado para ellos toda su vida en Sudáfrica. La obra «combina una historia extraordinaria, con ricos temas y la historia reciente de Sudáfrica en un paquete increíblemente bien elaborado», ha declarado la presidenta del jurado, Maja Jasanoff.
El autor, de 63 años, conocido por escribir The Good Doctor (2003), novela en la que se basa la serie de televisión del mismo nombre, finalista entonces y también nominado en 2010, obtiene así las 50.000 libras de un premio (unos 60.000 euros) que han obtenido escritores como Ian McEwan o los ganadores del Nobel Nadine Gordimer y J.M Coetzee.
No 60.000 euros sino la simbólica cifra de 10 es el montante que obtiene el joven Mohamed Mbougar (31) con su novela El recuerdo más secreto de los hombres, una historia sobre el escritor maliense Yambo Oulologuem, llamado «el Rimbaud negro», en la que se entrecruzan el amor, la política y la lucha contra el colonialismo. Marcel Proust, Simone de Beauvoir o André Malraux son algunos de los ganadores ilustres de este premio que se concede desde 1903.
Es el colonialismo la materia principal de la obra de Gurnah, latente en la literatura de Galgut y presente en la única novela de Mbougar, una temática que casualmente coincide con movimientos de actualidad como Black Lives Matter y los actuales revisionismos históricos en América y África, que incluyen la polémica coyuntura sobre las devoluciones de obras de arte sacadas de sus países de origen durante la época colonial, en la que precisamente Reino Unido y Francia, los dadores de los premios, tienen un papel protagonista.