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Algunas editoriales pequeñas se han visto obligadas a retrasar sus edicionesEdiciones Encuentro

Menos libros: editoriales españolas retrasan sus ediciones por la crisis del suministro de papel

La escasez de materias primas ha provocado que aumente el coste de impresión, lo que podría afectar incluso al precio de venta al público de las obras

La preocupación crece en el sector editorial. La carestía de papel ya ha empezado a afectar a muchos sectores, como al higiénico-sanitario y al de la mensajería, pero ahora golpea con fuerza a una industria que no termina de despegar tras la pandemia.

Varias editoriales han tenido que retrasar sus lanzamientos, por lo que algunos de los títulos programados para noviembre y diciembre también verán alterada su fecha de publicación. Así ha sido para varios sellos, especialmente para los más pequeños. «Esta crisis va a afectar a todo el mundo editorial. Porque nadie tiene comprado y almacenado el papel, excepto algunas de las grandes», explican desde Ediciones Encuentro, donde ya han visto aumentar el precio de su principal materia prima. 

Como adelantaba El Debate, las tres grandes bases de suministro de pasta de papel situadas en la península escandinava, Finlandia y la Columbia Británica han aprovechado el viento de cola del aumento inesperado de la demanda para hacer caja. «Han incrementado sus precios en casi un 30 % en los últimos seis meses», explicaba Manuel González, presidente de la Asociación de Editores de Madrid, a este diario.

El problema para las imprentas y los encuadernadores procede mayormente del precio del cartón, que es el que realmente ha experimentado una fuerte subida, que del papel. «En general, hay cuatro papeleras importantes en España, y suelen realizar dos subidas de precios al año: antes de verano y antes de Navidad. El problema es que esta subida es internacional, se debe a una crisis global», continúan desde la pequeña editorial de vocación cristiana nacida en 1978.

Fabricantes, imprentas, editoriales: una crisis de efecto dominó

Antiguamente estaba muy extendido que cada editorial contara con su propio stock de papel, pero en la actualidad, debido a la gran variedad de formatos y a la inmensa oferta de proveedores, no es rentable (excepto para las grandes, que tienen importantes contratos para asegurarse la producción). Hoy en día, son las propias imprentas las que adquieren el papel: algunas cuentan con grandes naves industriales de almacenaje. 

«Hay una gran escasez de materias primas. Desde hace un par de meses lo notamos a la hora de pedir papel al almacén, y en la respuesta que nos dan las grandes fábricas cuando solicitamos fabricaciones en papel», explica Raúl Muñoz, gerente de Artes Gráficas Cofás. Esta imprenta ha experimentado la presión debida a la subida de los precios en más de un 30 % del papel y el cartón. «Estamos notando la crisis, que arrastramos desde la Covid-19. Nosotros tenemos algo de stock, pero según se vaya acabando vamos a tener que solicitar, y los plazos de fabricación se están alargando», añade Muñoz. La solución es lógica, aunque no sencilla: las imprentas acaban repercutiendo el aumento de los costes a las editoriales.

«Esta crisis se debe a la gran producción de cartón, al parón por la pandemia de los suministradores de materia prima, a la gran demanda del mercado asiático y a la gran subida del coste energético», resumen desde Cofás. Un análisis en el que no solo coinciden compañeros del gremio, sino también analistas y economistas.

Un problema común

Pre-textos, Errata Naturae, Sexto Piso, Yermo Ediciones, Norma Editorial, Fandogamia, Ediciones Encuentro... En mayor o menor medida, las editoriales están sufriendo estos cambios en los precios. Aunque al principio parecía que solo iba a afectar a imprentas pequeñas, conforme se van vaciando las reservas de papel hasta las empresas de mayor volumen notifican posibles retrasos en la producción.

Y es que esta enorme subida de la demanda no solo ha generado un encarecimiento del producto, sino también un atasco en las productoras de papel, que «mantienen una demora para atender los pedidos que alcanza en estos momentos los 45 días de media», continúa el presidente de la Asociación de Editores de Madrid. Sin embargo, serán las editoriales las que contengan el impacto: no se espera que suban los precios para la campaña de Navidad.

«Para nosotros está suponiendo un retraso en nuestra programación; los libros no están saliendo con la misma rapidez. La imprenta nos ha dicho que han aumentado los gastos, por lo que es más caro producir y se están retrasando algunas producciones», explican desde la editorial Pre-textos a El Debate. 

La editorial de cómics Norma lanzaba hace una semana un comunicado explicando que retrasaba lanzamientos de noviembre y diciembre «debido a problemas existentes con el suministro de la materia prima necesaria para acometer las impresiones». «Se está produciendo un retraso bastante importante tanto de papel para las tripas del libro como, sobre todo, de papeles para portadas», añadía después la editorial Carpe Noctem. «Esto está provocando bastante retraso a la hora de imprimir y de encuadernar los libros. Además, como hay menos papel, el que hay es más caro».

¿Dónde se fabrica el papel que llega a España?

Según el informe de anual de 2020 de la Asociación española de fabricantes de pasta, papel y cartón (Aspapel), en las 79 fábricas de celulosa y papel que hay en España se fabricaron 6,2 millones de toneladas de papel, casi la cantidad de papel que se consumió: 6,5 millones. Pero la realidad es que 2,5 de esos millones se exportaron, por lo que las importaciones tuvieron que enjugar esos 2,8 millones de diferencia.