El guion gráfico de Jodorowsky para la adaptación al cine de 'Dune' vendido por 2,66 millones

Un surrealismo en decadencia propició el movimiento pánico, fundado por Fernando Arrabal, Roland Topor y Alejandro Jodorowsky. Del Café La Promenade en París, con André Breton, al Café de la Paix, de donde surgieron Fando y Lis, la primera película pánica, adaptación libre de una obra de Arrabal. Luego llegaron Viva la Muerte, también del dramaturgo, y La Montaña Sagrada, de Jodorowsky.

«El pánico es la crítica de la razón pura, es la pandilla sin leyes y sin mando, es la explosión de pan (todo), es el respeto irrespetuoso al dios Pan, es el himno al talento loco, es el antimovimiento, es el rechazo a la 'seriedad', es el canto a la falta de ambigüedad... Es el arte de vivir (que tiene en cuenta la confusión y el azar), es el principio de indeterminación con la memoria de por medio... Y todo lo contrario», así lo definió Arrabal.

Una búsqueda por trascender la sociedad aristotélica e impulsar a la humanidad a una nueva perspectiva es lo que buscaba esta rama del surrealismo que ha entrado con fuerza en el mundo de las subastas de arte con la venta por 2,66 millones de euros de la storyboard con la que Jodorowsky planeó la adaptación cinematográfica de la novela de ciencia ficción Dune, que finalmente no se llevó a cabo. Un precio muy por encima de entre los 25.000 y 35.000 euros de valor inicial estimado.

Dalí, emperador de la galaxia

Como el Napoleón de Kubrick o el Supermán de Tim Burton, el Dune de Jodorowsky es una de las grandes películas que nunca llegaron a hacerse, cuyo guion ilustrado puesto a la venta es una de las pocas copias conocidas existentes. El guion gráfico del autor franco chileno anticipa muchas de las esencias del cine fantástico y de ciencia ficción posterior, como La guerra de las galaxias  a Alien o Indiana Jones: en busca del arca perdida.

El Dune de Jodorowsky, quien se incorporó al proyecto en 1965 sin haber leído la novela de Frank Herbert, lo analizó en un documental, Jodorowsky's Dune, el director croata-estadounidense Frank Pavich en 2013. El proyecto para el que Michel Seydoux dio el visto bueno y que Hollywood no se decidió a financiar, contó con un presupuesto de 15 millones de dólares. Salvador Dalí pidió 100.000 dólares por interpretar al emperador loco de la galaxia. El hijo de Jodorowsky, de 12 años, llegó a  ser entrenado seis horas diarias en artes marciales. Participaron dibujantes como Jean Giraud (Moebius), el autor de Blueberry, y otros artistas como HR Giger. Quién sabe si por el pánico, por el antimovimiento o por «todo lo contrario» se produjo la «explosión de todo».

En 1984, el director David Lynch estrenó su propia versión y este año el francés Denis Villeneuve se atrevió con una nueva adaptación protagonizada por Timothée Chalamet, Zendaya, Oscar Isaac y Javier Bardem.