Fundado en 1910

Guillermo SotoAcademia argentina de las Letras

Lenguaje inclusivo: la punta de lanza para tomar conciencia de la discriminación, según los académicos de la Lengua

Según los académicos argentinos de la Lengua, los cambios que ha ido incorporando el feminismo en el lenguaje inclusivo son los más importantes de este siglo en la cultura.

«La discusión del lenguaje inclusivo es una suerte de punta de lanza que entra en la sociedad; no necesariamente con el único objetivo de modificar la gramática, sino para que tomemos conciencia de los modos solapados de discriminación que existen en él».

Así lo han afirmado Guillermo Soto y Rafael Felipe Oteriño, director de la Academia de la Lengua de Chile y secretario de la Academia Argentina de las Letras, respectivamente, después del acto conmemorativo por el 70 aniversario de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), celebrado este viernes en Madrid bajo la presidencia de los Reyes de España.

El valor del lenguaje inclusivo

El lenguaje inclusivo es para el argentino un tema al que hay que estar atentos porque «los cambios vienen de abajo a arriba; de la calle al diccionario. Y el valor de este lenguaje consiste sobre todo en hacer que discutamos y tomemos conciencia»; subrayando «que los cambios que ha ido incorporando el feminismo son los más importantes de este siglo en la cultura».

Así mismo, el director de la academia chilena ha recalcado que otra cosa distinta «es que el sistema lingüístico vaya a modificarse, pues para que eso ocurra lo que tiene que haber es un cambio de su uso generalizado».

Las variantes del español y su unidad

Ambos académicos coinciden en la afirmación de que otro de los retos a los que se enfrenta la lengua, es enseñar español a las máquinas, debido a la nueva relación que los hispanohablantes tienen con su lengua en internet: «Las diversas variantes de español coexisten, los hablantes se comunican desde diferentes zonas de España e Hispanoamérica, y esa diversidad se da en internet». Una diversidad que implica «una nueva manera de vivir la lengua; una conciencia de su diversidad por el incremento de la comunicación entre hispanohablantes de distintas latitudes. Y eso, más que tender a la fragmentación, tiende a la unidad».

Para finalizar, el secretario de la academia argentina se ha preguntado si este hecho no será la puerta que se abre para que el español sea la lengua de la ciencia, frente al uso hoy mayoritario del inglés en los estudios científicos y sus publicaciones.