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La escritora Carla MonteroAmaya Aznar

Carla Montero: «Los lectores son los mejores jueces para un escritor»

Tras ganar el Premio Círculo de Lectores, la escritora madrileña publica nueva novela, 'El medallón de fuego'

La escritora Carla Montero Manglano se caracteriza por realizar novelas de contexto histórico a raíz de su pasión por la historia. Comenzó a escribir con 20 años, pero hasta que no pasaron varias décadas no pudo cumplir su sueño, y lo hizo con su primera novela, Una dama en juego (2009). Además, fue ganadora del Premio Círculo de Lectores. Tras esa primera obra, Montero escribió cinco novelas más y, hasta el momento, ya ha vendido más de cien mil copias y ha logrado distribuirlas por numerosos países europeos. De su nuevo trabajo, El medallón de fuego, y de su trayectoria habla para El Debate.

−Es licenciada en Derecho y diplomada en Administración de Empresas, ¿qué le hizo decantarse por la escritura?

−Soy escritora por accidente, porque mi formación profesional no iba encaminada hacia la escritura. Con el paso de los años he leído mucho y me he dado cuenta de que también tenía una historia que contar. Empecé haciéndolo para satisfacer el gusto que tenía por la historia y, al final, me decidí y me presenté al Premio Círculo de Lectores de Novela, porque quienes mejor pueden valorar mi novela son mis lectores y, al final, una escribe para ellos, no para el jurado. Gracias a que me animé a presentarme ahora llevo seis novelas publicadas.

−Es autora de Una dama en juego, La Tabla Esmeralda, La piel dorada, El invierno en tu rostro, El jardín de las mujeres Verelli y El Medallón de Fuego. ¿Qué tienen en común todas sus novelas? ¿En qué se inspira a la hora de escribir?

−Son novelas de contexto histórico que cuentan una historia ficticia en un escenario histórico. Las mujeres de carácter fuerte y con particularidades concretas son siempre mis protagonistas. Cada mujer que interviene tiene su chispa que pone en marcha una maquinaria que desemboca en un libro de numerosas páginas. Sin embargo, los personajes masculinos son un reto porque me resultan más difíciles a la hora de diseñarlos.

−Su última novela, El Medallón de Fuego, es una continuación de La Tabla Esmeralda. ¿Cuándo decidió que era el momento de escribir la continuación de la novela? ¿Se planteó en alguna ocasión hacer otro relato completamente diferente?

−Han pasado diez años desde que se publicó La Tabla Esmeralda y, por lo tanto, no podía ser una continuación porque la novela narra dos historias. El Medallón de Fuego es una obra que está dentro de ese universo, porque retoma a los personajes de la etapa moderna y los embarca en una nueva aventura, en la búsqueda del medallón de fuego. Sin embargo, el objeto no es lo más importante, pero sí la conexión que tienen los personajes y la forma en la que interactúan.

−En El Medallón de Fuego hace referencia al papel que tuvo el Ejército Rojo a la hora de incluir a las mujeres para combatir en primera línea del frente. ¿Por qué ha decidido incluir el impacto que ha tenido la inclusión de la mujer en la guerra? 

−El Ejército Rojo fue el único de los que combatieron en la Segunda Guerra Mundial que admitió a las mujeres en primera línea. Cuando comenzó la guerra empezaron a quedarse sin soldados porque caían enseguida, entonces no tuvieron otra opción que aceptarlas. Además, las mujeres dan un relato más humano de lo ocurrido, cosa que los hombres no, a pesar de que ha sido un tema tabú el que las mujeres hayan participado en primera línea formando parte del equipo rojo.

La escritora Carla MonteroAmaya Aznar

−El Art Crime es una preocupación internacional y es otro de los aspectos que trata en la novela. Cada vez son más los países que cuentan dentro de sus fuerzas de seguridad con unidades policiales para luchar contra los delitos del patrimonio cultural. ¿Con qué fin ha incluido esta problemática en el relato? ¿Está la sociedad concienciada ante este problema?

−Me aproximo a este tema con la Tabla Esmeralda. Detrás de estas desapariciones hay mafias y organizaciones terroristas que trafican con obras de arte o antigüedades. España ha sido de las pioneras en implantar una unidad dentro de la Guardia Civil especializada contra los delitos que van contra el Patrimonio Cultural, con personas con conocimientos sobre el arte y con habilidades policiales. De hecho, a nivel internacional ya se han creado bases de datos donde figuran todas estas obras que han desaparecido.

−La novela relata el sufrimiento que vivieron los niños españoles al ser enviados a Rusia. ¿Qué le hizo incluirlos en el relato? ¿Es una forma de visibilizar su pasado? 

−Un número muy importante de niños fueron enviados a la Unión Soviética. Cuando escuchas sus testimonios se consideran personas desarraigadas, no se sienten españolas; su vivencia como niños exiliados fue muy dura, porque los sacan de una guerra para meterlos en otra. El personaje de Katia tiene es doble matiz, me permite hablar de las mujeres en el ejército y, por otro lado, aporta su visión de cuando era una niña y fue exiliada. De esta forma, se le hace ver al lector cómo lo vivieron y cómo lo experimentaron como adultos.

−La Hora Cero en Berlín supuso un momento de conciencia y análisis para todos aquellos que habían sobrevivido a la guerra. ¿Puede interpretarlo el lector como una muestra de optimismo hacia el futuro?

−Una vez se llevó a cabo el alto el fuego en Berlín, la población empezó a salir de sus refugios aturdida, hambrienta e intentando asumir sus pérdidas. Se abrió una oportunidad para empezar de cero, reconstruir la ciudad y mirar hacia el futuro, aunque no era una tarea fácil, porque el fantasma del nacismo sobrevolaba Berlín. El narrar este tipo de hechos en mis novelas se puede interpretar como una muestra de optimismo, porque, aunque mis novelas sean muy trágicas, detrás siempre subyace una lectura optimista, porque al ser humano no le importa la cantidad de veces que caiga, siempre es capaz de levantarse y empezar de nuevo.

'El medallón de fuego', la nueva novela de la escritora Carla Montero

−La pandemia ha supuesto un duro golpe para todos los sectores, pero en especial para el cultural. ¿Cree que ha servido para volver a despertar el interés por la lectura en los jóvenes y en los adultos? 

−Las cifras demuestran que la gente ha encontrado un refugio en el sector editorial en los tiempos de pandemia. La sociedad ha descubierto lo bueno que es leer, aunque años atrás la lectura haya estado un poco relevada, pero la pandemia le ha devuelto su auge.

−Como escritora, ¿cuál cree que es el ingrediente secreto para que una novela tenga éxito? ¿Los gustos de la sociedad pueden llegar a influirle a la hora de escribir?

−Ojalá supiese la clave del éxito, pero según decía Humberto Eco, «escribir una novela es como como preparar un cóctel». Cuantos más ingredientes utilices a más públicos podrás llegar, aunque eso no garantiza el éxito, pero como punto de partida no está mal. Eso no quiere decir que no sea fiel a lo que quiero hacer, porque si abandonase mi estilo no podría transmitir entusiasmo y llegar a los lectores.

−Los jóvenes cada vez consumen más redes sociales y series, dejando a un lado la lectura. ¿A qué cree que es debido?

−La gente joven suele ir a un ocio fácil que no requiera esfuerzo, porque coger un libro sí que lo supone. Como autora, atrapar al público joven es un reto y si consigues conquistarles tienes a un público fiel para siempre, porque los jóvenes que leen son muy lectores y se convierten en devoradores de libros con mucho criterio.