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Francisco Marhuenda, en el acto como nuevo miembro de la Real Academia de Doctores

Francisco Marhuenda ensalza la libertad de prensa en su discurso como nuevo miembro de la Real Academia de Doctores

El director de La Razón ha recordado que la libertad de prensa siempre se ha adelantado a las leyes y ha descrito la revolución tecnológica como una gran aliada de los derechos humanos

Tras la procesión de entrada, la invocación del canto Veni Sancte Spiritus, y un minuto de silencio por las víctimas de la guerra de Ucrania, Francisco Marhuenda, el director del periódico La Razón, ha tomado posesión como miembro de la Real Academia de Doctores de España, (Medalla número 22 adscrita a la Sección de Humanidades).

Inmediatamente después, el flamante académico ha agradecido su nombramiento y, aunque no ha leído por problemas de tiempo su documentadísimo discurso La libertad de prensa: de la restauración a la actualidad (1874-2022), sí ha glosado el mismo tema en el contexto de la gran revolución tecnológica a la que asistimos, y que aúna sus tres grandes pasiones: «la Historia, el Derecho y el Periodismo».

La libertad por delante de las leyes

El nuevo académico ha reconocido que «la libertad de prensa está en permanente confrontación por el peligro del partidismo» y que hasta «el constitucionalismo no existía como tal». Después, con las Cortes de Cádiz, cuando ya aparecen dos Españas, tampoco existía. Y ha señalado que el tan recordado pesimismo español, «no era ajeno al resto de Europa», que también sufría este partidismo panfletario de la prensa.

Marhuenda ha hecho un matiz muy importante a propósito del avance de la libertad, reconociendo que esta «siempre va por delante de las leyes», y que se adelanta a la conciencia legislativa de los países, recordando que la Constitución de 1978 recogió «la necesidad de la libertad de opinión para el desarrollo y transformación de una sociedad».

El nuevo escenario de la revolución tecnológica

También ha reconocido que el «reconocimiento de esta necesidad fue complejo, ya que existía el riesgo de limitarlo; de ahí que haya que esforzarse por la veracidad frente a la prensa amarilla o la mentira». Por eso, es tan relevante «la garantía y el marco adecuado que la Constitución establece en su artículo 20», incluso ahora, con el surgimiento de los medios de comunicación digitales y las redes sociales.

Este nuevo escenario surgido de la revolución tecnológica, al que el nuevo académico ha calificado como «la más fascinante de la humanidad», ha cambiado por completo todo el mundo, también el de la prensa: «desde el antiguo revelado de fotos, hasta la crónica inmediata de una noticia».

Francisco Marhuenda, en el acto como nuevo miembro de la Real Academia de Doctores

Pero al mismo tiempo, nos ha «enfrentado a la desinformación que ha supuesto la pandemia, a la gestión y canalización de toda esta información que antes no existía; y con ella, las mentiras y los engaños».

La expansión de la mentira

En este sentido, Francisco Marhuenda ha aludido a las grandes compañías tecnológicas, que «en ocasiones, tienen un poder más grande que algunos países; plataformas con contenidos de impacto grandísimo», que se han convertido en los nuevos grupos de poder. «Ya no es la banca o los seguros, sino estas plataformas a las que todavía no se sabe muy bien cómo controlar, pues su poder es supranacional».

La información es «más sencilla, más accesible, pero más superficial, y es más fácil expandir una mentira. De ahí, la necesidad de control y regulación para impedir la amenaza contra la libertad».

Por supuesto, nadie es ajeno a esto. «Nos hemos convertido en datos para estas plataformas; tenemos un rastro que es valioso para la oferta que nos hace la plataforma o medio de comunicación. Internet tiene un enorme beneficio y ha transformado toda nuestra vida; desde el ocio al trabajo».

La tecnología contra el autoritarismo

No podemos olvidar que el consumidor manda. Por eso, «los medios de comunicación tienen un compromiso y un reto de veracidad con el lector, y de adaptación a la realidad».

Francisco Marhuenda ha querido terminar su discurso de un modo positivo, subrayando que «la tecnología es una gran aliada; que «la globalización juega en contra de los regímenes autoritarios y las dictaduras» y que la libertad de expresión es «una gran oportunidad para los derechos humanos en el mundo». Después, en nombre del rey de España, se le ha admitido en la Real Academia de Doctores y ha sonado de fondo un gozoso Gaudeamus Igitur de bienvenida, antes de los abrazos.