'El chico', la primera película de Chaplin, ya tiene cien años
Chaplin, que rodó la película inmediatamente después de la muerte de su primer hijo, escandalizó al puritanismo americano y al FBI
El Museo Charles Chaplin, ubicado en la villa suiza donde el artista vivió los últimos 25 años de su vida, homenajea al célebre actor y director británico con la exhibición de su primera película El Chico, que ya ha cumplido cien años.
En la muestra dedicada a la película, se han recreado los escenarios donde se grabó esta obra social y autobiográfica, en la que comedia y melodrama se engarzaron para lanzar una ácida crítica social del puritanismo de la época y una defensa de las madres solteras y los vagabundos.
Perseguido por el FBI
«La película se opuso a la gente de bien en la sociedad estadounidense de la época. Recién comenzados los años 20, Chaplin eleva dos figuras totalmente marginadas, hecho que le puso en contra de los sectores más conservadores», ha declarado el promotor y diseñador del museo, Yves Durand.
Chaplin siempre estuvo del lado de los más desfavorecidos. En una época en la que el fantasma del comunismo aterraba a las altas esferas estadounidenses, el cómico se atrevió a denunciar el capitalismo, la explotación de los trabajadores y se enfrentó con su inconfundible estilo satírico al poder.
Esto provocó que el Gobierno de Estados Unidos le persiguiera durante prácticamente toda su carrera: el FBI buscaba constantemente motivos para encarcelarlo o expulsarlo del país, según Durand, quien ha aclarado que Chaplin nunca se definió como comunista sino como «humanista».
«El Chico» fue el punto de partida de una filmografía dedicada a denunciar las injusticias sociales, como más tarde mostraron Tiempos Modernos (1936) y El Gran Dictador (1940), película en la que demostró que se podía hacer humor con personajes tan siniestros como Hitler o Mussolini.
«Creo que si Chaplin estuviese vivo hoy haría con Vladímir Putin algo parecido a lo que hizo en El Gran Dictador. A través del humor, encontraría la manera de representarlo de forma ridícula. Siempre estuvo en contra de los que atacan a los débiles», ha manifestado Durand.
Una película autobiográfica
Chaplin representa en El chico su infancia casi «dickensiana» en el distrito londinense de Lambeth. El filme, que vive en un extraño equilibrio entre el mayor de los abismos y la felicidad, reconstruye las calles, visibles en la exposición, donde se desarrolló su difícil niñez, marcada por la enfermedad mental de su madre y la temprana muerte de su padre.
«Para comprender bien la obra de Chaplin, se debe conocer su infancia, porque todo viene de ahí, todo su trabajo está influenciado por esa etapa de su vida», ha contado Durand.
«El niño protagonista encarna al pequeño Chaplin, que desde muy pequeño tuvo que pedir comida en la calle y cuidar de su madre, ya que su padre, del que lo poco que se sabe es que era alcohólico, solía estar ausente», comenta el promotor del museo.
La exposición recoge también recuerdos de las escenas más célebres, como el cristal roto de la ventana que aparece en las escenas iniciales, y algunos objetos personales de la infancia del artista, como juguetes o sus primeros proyectores.
El actor Jackie Coogan, una bendición para Chaplin
El primer largometraje de Chaplin comenzó a producirse tan solo tres semanas después de la trágica muerte de su primer hijo con la actriz Mildred Harris, un bebé que murió con menos de tres días de vida debido a una malformación.
Este episodio dejó «muy tocado anímicamente» a Chaplin, aunque la aparición de Jackie Coogan, el actor de cinco años que representó al niño de la película, fue una bendición para él, cuenta Durand.
«El encanto y la vitalidad del niño revitalizaron a Chaplin, quien vivió con él durante un año de grabación en el estudio entablando una relación paternofilial».
Coogan saltó al estrellato tras El chico y rápidamente se convirtió en uno de los niños actores más populares del momento. Continuó haciendo películas, representando en esa época siempre ese papel de niño encantador, que entre 1924 y 1925 llegó a ganar 25.000 dólares por semana. Sin embargo, al llegar a la mayoría de edad, descubrió que sus padres habían despilfarrado todo el dinero, y tras ello, su único papel popular fue el de Tío Fétido en la serie televisiva La Familia Adams, emitida entre 1964 y 1966.