Los 210 millones de euros que Iceta gastará en cómics y videojuegos
La luz verde al bono cultural para jóvenes de 18 años saca a la luz en qué gastan los adolescentes el dinero, y a qué puede ir destinado lo invertido por el ministerio, según el precedente de Francia.
Desde que el gobierno anunció en los Presupuestos Generales del Estado la inclusión de un bono de hasta 400 euros para que los jóvenes tuvieran un acceso a la cultura, se dispararon al unísono las opiniones a favor y las que sólo vieron inconvenientes, al comprobar la experiencia de otros países.
El presupuesto, con una partida de 210 millones de euros, esperaba beneficiar a partir de junio de este año a casi 500.000 españoles en edad de cumplir la mayoría de edad durante 2022. De este modo, España se ha sumado a la iniciativa de otros países europeos con esta tarjeta monedero que trata de acercar la cultura a los más jóvenes.
El bono subvencionará toda clase de actividades con una dotación claramente repartida. Por un lado:
–Entradas y abonos para artes escénicas, música en directo, cine, museos, bibliotecas, exposiciones y festivales escénicos, literarios, musicales o audiovisuales, con un máximo de 200 euros. Y además:
–Productos culturales en soporte físico; como libros, revistas, prensa, u otras publicaciones, videojuegos, partituras musicales, discos, CD, DVD o Blu-ray, hasta un máximo de 100 euros.
La realidad del bono cultural
El bono deja fuera la Tauromaquia, que se ha visto claramente perjudicada, según opinión de todos los sectores del mundo del toro. Y tampoco ayudará a sobrellevar a los estudiantes el gasto inevitable de material escolar o el alimento. Además, ni se plantea la ayuda mínima al pago de instrumentos musicales.
Sin embargo, en el horizonte de la experiencia de nuestros vecinos europeos, ya se ha podido comprobar la finalidad que dan los adolescentes a esta medida. En Italia o Francia ya se había implantado una prestación similar.
En Italia se ha apostado por una serie de cupones de 500 euros para conciertos, cine, libros, museos o incluso suscripciones digitales.
El bono destinado a cómics manga
Francia, por su parte, ofrece 300 euros durante 24 meses, para asistir a eventos culturales y audiovisuales del mismo tipo. Pero, lamentablemente, Macron ya sabe que la juventud gastó al menos el 75% de la prestación en cómics manga; algo que el Ministerio de Cultura francés, quizá no había previsto y que plantea, en el fondo, otro tipo de realidad: si sólo basta la prescripción de dinero para acceder a la cultura, o si esta necesita otra modalidad para que la juventud se acerque a ella, la disfrute y no malgaste las inversiones realizadas en ella.