Imagen de la próxima película de Pixar, Lightyear
Pixar sucumbe a las presiones LGTBI e incluirá un beso entre dos mujeres en 'Lightyear'
Las protestas contra la ley «Don't Say Gay», sobre la que Disney y Pixar evitaron pronunciarse, han provocado una avalancha de críticas en el seno de la compañía, que abre así la puerta a la representación de la homosexualidad en sus películas
El 9 de marzo, los empleados y aliados LGTBI de Pixar Animation Studios enviaron una declaración conjunta a la dirección de Walt Disney Company en la que afirmaban que los ejecutivos de Disney habían censurado activamente el «afecto abiertamente gay» en sus películas, según informa la revista Variety. La asombrosa acusación, realizada como parte de una protesta más amplia por la ausencia de respuesta pública de Disney ante la ley «Don't Say Gay» de Florida, no incluía qué películas de Pixar habían resistido la censura, ni qué decisiones creativas específicas habían sido alteradas.
Sin embargo, sí surtió efecto en una de las producciones: según una fuente citada por la revista, el próximo largometraje de Pixar, Lightyear –'protagonizado' por Chris Evans, que da voz al personaje de Toy Story Buzz Lightyear– cuenta con un importante personaje femenino, Hawthorne (al que pone voz Uzo Aduba), que mantiene «una relación significativa con otra mujer».
Aunque el hecho en sí de la relación homosexual nunca se puso en duda en el estudio, sí que fue eliminado de la película un beso entre los personajes. Sin embargo, tras el revuelo causado por las declaraciones de los empleados de Pixar y la gestión del director general de Disney, Bob Chapek, sobre el proyecto de ley «Don't Say Gay», el beso se ha reincorporado al montaje final.
Chris Evans da voz a Buzz Lightyear en la nueva película de Pixar
La ley «Don't Say Gay»
Para entender la controversia, hay que entender primero en qué consiste la ley que ha provocado el cambio. El Comité de Educación del Senado de Florida aprobó una nueva y controvertida legislación con la finalidad de restringir que se hable de orientación sexual y cuestiones de género en los colegios, lo que podría terminar en demandas a los maestros que no cumplan con esta ley.
De hecho, el proyecto de ley tiene ha sido renombrado como «Don’t Say Gay» (No digas gay), pero su nombre formal es Proyecto de ley 1834 del Senado «Parental Rights in Education» (Derechos de los padres en la educación), y la legislación establece: «Un distrito escolar no puede fomentar la discusión en el aula sobre la orientación sexual o la identidad de género en la escuela primaria o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes».
Además, la ley establece de manera explícita que los padres «podrían abrir un proceso contra un distrito escolar para obtener un fallo declaratorio en caso de que un procedimiento o práctica del distrito escolar violara este párrafo, y buscar así medidas cautelares. Un tribunal podría otorgar indemnización por daños y perjuicios y honorarios razonables de abogados y costos judiciales a cualquier padre que reciba una medida cautelar o declaratoria».
Una nueva era en Disney y Pixar
La decisión de Pixar de incluir finalmente el beso entre dos mujeres marca un posible punto de inflexión para la representación LGBTQ no sólo en las películas de Pixar, sino en los largometrajes de animación en general, que se han mantenido firmemente circunspectos a la hora de representar el afecto entre personas del mismo sexo de forma significativa.
Sin duda, hay varios ejemplos de representación LGBTQ en largometrajes de animación creados para un público adulto, como en South Park, Persépolis, La fiesta de las salchichas y Flee, pero no se ha dado así en las películas dirigidas a «todos los públicos». Podría decirse que el personaje LGBTQ más destacado de un estudio de animación hasta la fecha es Katie, la protagonista adolescente de Los Mitchell contra las máquinas, producida por Sony Pictures Animation y estrenada por Netflix, un detalle que sólo se revela completamente en los momentos finales de la película, cuando su madre hace una referencia de pasada a su novia.
Katie, la protagonista de Los Mitchell contra las máquinas, es el único personaje abiertamente homosexual en las películas infantiles de animación
En los 27 años de historia de Pixar, sólo ha habido un pequeño puñado de personajes LGBTI: en Onward de 2020, una policía tuerta (Lena Waithe), que aparece en algunas escenas, menciona a su novia. En Toy Story 4, de 2019, dos madres se despiden de su hijo en la guardería. Y en Buscando a Dory, de 2016, aparece un breve plano de lo que parece ser una pareja de lesbianas, aunque los realizadores de la película se mostraron tímidos a la hora de definirlas de ese modo en su momento. El proyecto más abiertamente LGBTI en el canon de Pixar es un cortometraje de 2020, Out, sobre un hombre gay que lucha por salir del armario ante sus padres, que el estudio lanzó en Disney Plus como parte de su programa SparkShorts.
Sin embargo, según varios ex empleados de Pixar, durante años los creativos del estudio han intentado incorporar tramas homosexuales en sus narraciones sin ningún resultado. Variety cita a diferentes fuentes anónimas que parecen hablar abiertamente de cómo debían eliminar cualquier referencia a la presencia LGTBI, desde una pegatina del famoso arcoíris en la película Soul hasta parejas homosexuales en el fondo.
Sin embargo, ninguna de las fuentes pudo citar de primera mano haber escuchado a los ejecutivos de Disney cortando directamente el contenido LGTBI de las películas. Al parecer, Pixar se autocensuró por la creencia permanente de que ese contenido no pasaría la revisión de Disney, ya que la compañía necesita que las películas se exhibieran en mercados tradicionalmente hostiles, como China, Rusia, gran parte de Asia occidental y el sur de Estados Unidos. Habrá que ver qué pasa dentro de la compañía a partir de ahora.
