Mata-Hari (1876-1917). Matahari ha quedado como arquetipo de estas figuras cargadas de romanticismo aventurero desde el celuloide. Nada más lejos de la realidad. La bailarina brahmánica, que era prostituta, espió en París para Alemania durante la Primera Guerra Mundial. De origen holandés, Margaretha Geertruida Zelle comenzó su carrera después de ser la querida de militares y políticos. La neutralidad de Holanda, le permitió acercarse al enemigo y trabajar para la Inteligencia alemana.
En enero de 1917, la inteligencia francesa recibía una señal de radio codificada desde Berlín, en la que se desvelaba el nombre en código H-21, que días más tarde, resultó ser el de la espía más famosa. La detuvieron en su hotel de París un 13 de febrero de 1917, y la fusilaron siete meses después, el 15 de septiembre de 1917.