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Leo Valadez protagonizó lo mejor en el domingo venteñoEFE

Feria de San Isidro

Valadez deja sus credenciales y Escribano las pierde con un toro de lío

El torero mexicano confirmó su alternativa y fue herido por el sexto de la tarde

El joven mexicano Leo Valadez protagonizó una notable actuación en la tarde de su confirmación de alternativa en Las Ventas, donde cortó una oreja y dejó las ganas de volver a verlo, mientras que Manuel Escribano dejó escapar una oportunidad de oro al no aprovechar un importante toro de Hermanos García Jiménez.

Una tarde que no aportaba demasiado sobre el papel. Cartel flojito, de tres toreros banderilleros y un confirmante mexicano.

Y por si fuera poco, baile de corrales previo, con solo cuatro «torrealtas» aprobados y dos «remiendos» de García Jiménez, que no daban tampoco optimismo a la parroquia madrileña, que dedicó la primera ovación de la tarde a una pancarta desplegada en la grada del 6 que rezaba «Menos alcohol y más educación», en clara crítica al fervor desmedido y preocupante triunfalismo de muchas tardes pasadas.

Luego la función tuvo sus matices, especialmente la actuación de Leo Valadez y los dos toros que echó, precisamente, la casa Matilla, sobre todo el quinto, de una clase extraordinaria y que, como está siendo habitual en esta feria, se fue con las orejas puestas.

media verónica de Manuel Escribano en Las VentasEFE

Y fue así porque Manuel Escribano no estuvo a la altura a lo largo de una faena de notables altibajos, en la que logró algún muletazo suelto estimable, sobre todo al natural, pero sin lograr ni una sola serie rotunda, todo muy con cuentagotas, muy ligero y sin macizar, y eso que el toro fue de lío.

Lo penoso fue que tras el «sartenazo» final la gente le llegó a pedir la oreja -casi mayoritariamente- pero el palco esta vez no tragó y lo dejó todo en una vuelta al ruedo que tampoco tuvo demasiado sentido teniendo en cuenta el toro que se le había ido.

Pero lo bueno de verdad llevó la firma del confirmante Leo Valadez, que se mostró muy variado con el capote en el toro de la ceremonia tanto el recibo, donde intercaló verónicas con saltilleras y gaoneras, como en un quite por tropezadas caleserinas.

Solvente con «los palos», el joven mexicano abrió de hinojos en los medios una faena de mucha decisión y en la que se le atisbó muy buen corte, sobre todo al natural, ante un toro nobilísimo pero de escaso fuelle de los Matilla.

Digna actuación de Valadez, que agarró una soberbia estocada que en otros tiempos hubiera valido por sí sola la oreja que le pidieron. Y, lo que son las cosas, éste no amagó ni a dar la vuelta al ruedo que sí hubiera tenido más entidad que la se pegó Escribano.

Cogida a Leo Valadez por el sexto toro de la tardeEFE

Con el sexto volvió a gustar el azteca con el percal, sobre todo en un vistosísimo y bien ejecutado quite por zapopinas. Pero lo importante fue la firmeza y los arrestos que mostró después con un animal muy brusco, que le pegó un volteretón de espanto, y con el firmó un emocionante y vibrante trasteo, abrochado nuevamente de manera colosal con la espada. Cortó una oreja.

El resto de la corrida tampoco fue muy allá con un Fandi que protagonizó un laborioso y extenso toma y daca en la puerta de chiqueros con un segundo escurrido y sin remate de Torrealta, que acabó rajándose a las primeras de cambio.

Peor fue lo del cuarto, un toro más aparente y con más «carbón» con sus hermanos, al que el Fandila pegó pases y más pases pero sin gobernar en ningún momento la exigente acometida del de Torrealta.

Y Escribano pasó de puntillas con la «raspa» que hizo tercero, que no paró de soltar la cara y defenderse en los engaños.

Ficha del festejo

Decimoquinto festejo de la Feria de San Isidro, con tres cuartos de plaza.

Cuatro toros de Torrealta, muy desiguales de presentación y de juego también variado. Rajado el segundo, sin clase el tercero, con «carbón» el cuarto y brusco el sexto. Primero y quinto fueron dos «remiendos» de Hermanos García Jiménez, más aparentes y de mejor condición. Nobilísimo pero cogido con alfileres el primero y de extraordinaria clase el otro.

David Fandila «El Fandi»
(azul marino y oro): media arriba (palmas tras aviso); pinchazo hondo trasero (silencio).

Manuel Escribano (negro y oro): casi entera muy trasera y caída (silencio tras aviso); casi entera muy trasera, caída y atravesada (vuelta al ruedo tras petición de oreja).

Leo Valadez (verde esmeralda y oro), que confirmaba alterativa: gran estocada (gran ovación tras petición de oreja); gran estocada (oreja).

En la enfermería fue asistido Leo Valadez de: «herida en el pabellón auricular derecho, de una contusión mandibular derecha y de erosiones en el escroto».