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Rodrigo Santoro y Álvaro Morte protagonizan la serie 'Sin límites'RTVE

La serie 'Sin límites' y las incongruencias históricas sobre Elcano y Magallanes

500 años después de la primera vuelta al mundo, Álvaro Morte encarna al autor de aquella gesta, Juan Sebastián Elcano, que se estrena el 10 de junio

«El público va a ver la historia de la primera vuelta a la Tierra. Comenzamos contando la previa. Presentamos a los dos protagonistas, Elcano y Magallanes, totalmente antagonistas, opuestos en personalidad y forma de actuar. Magallanes es el obseso que quiere demostrar que tiene razón y convence al rey para poner en marcha la mayor aventura de la historia. Elcano es un 'outsider', muy 'cool', muy enrollado, que tiene una cuadrilla, se lo pasa bien en las tabernas peleando, es un vividor, un tío muy 'guay'». Así describe Méndez de Zubillaga, productor de películas como Loving Pablo o Camarón, al protagonista de la serie Sin límites que se estrena el 10 de junio en Amazon Prime Video.

La dirige el británico Simon West y la protagonizan Álvaro Morte, el famoso profesor de La casa de papel, que da vida a Elcano, junto a Rodrigo Santoro, Sergio Peris-Mencheta y Adrián Lastra, entre otros. Morte encarna a un Elcano que, como describen los productores, se aleja de la «imagen tradicional» que tenemos de él.

Sin embargo, se les olvida a estos creadores que no se trata de «imágenes» o de «prejuicios», sino de historia. Y que históricamente hay suficientes documentos, aunque la gesta tuviera lugar hace medio milenio, para conocer tanto la personalidad como los datos históricos tanto de Magallanes como de Elcano.

¿No eran religiosos?

El protagonista, Álvaro Morte, dice haberse «empollado a fondo» todo lo que tiene que ver con su personaje, Juan Sebastián Elcano. Afirma sin embargo de él que aunque parece muy devoto y católico, era todo lo contrario: «Me he cargado todo eso porque no lo veo así. Dejó parte de su fortuna a varias iglesias y de ahí se concluye que era muy devoto. Pero lo dudo», sentencia.

La imagen que se da de él en la serie es la de «un 'outsider', muy 'cool', muy enrollado, un vividor». Sin embargo, los datos históricos lo contradicen. Fernando de Magallanes, fervoroso católico, fue un experimentado navegante que participó en grandes batallas y viajes. En 1517, con el apoyo del obispo de Burgos (Juan Rodrigues de Fonseca), consiguió el visto bueno de Carlos I, quien concedió a Magallanes el título de comendador de la Orden de Santiago.

Juan Sebastián Elcano fue el primogénito de nueve hermanos. Fue también un gran navegante, por lo que decidió colaborar con Magallanes en la vuelta al mundo. Nació en una familia de pescadores y marineros, participando en la expedición militar contra Argel, dirigida por el cardenal Cisneros.

Fernando de Magallanes, Juan Sebastián Elcano y casi 200 navegantes se postraron ante la Virgen de la Victoria (Triana, Sevilla) el 9 de agosto de 1519 para encomendarse bajo su protección, que parecía una locura. Fue en el Convento de Frailes Mímino, hoy desaparecido. Los Mínimos son una congregación fundada por San Francisco de Paula.

La Virgen de la Victoria

Ante la imagen de la Virgen, los frailes bendijeron cinco banderas reales. De una en una, fueron entregadas por Magallanes a los capitanes de las cinco naos: Trinidad, San Antonio, Concepción, Santiago y Santa María de la Victoria. Magallanes bautizó su Nao con la advocación de la Virgen María ante la que había rezado.

La Virgen trianera que dio la vuelta al mundo con Elcano y Magallanes

De esta forma comenzó una expedición que resultó muy complicada. Los barcos partieron desde el Puerto de las Muelas, que estaba situado en el sevillano barrio de los Remedios, poniendo rumbo a Sanlúcar de Barrameda. El 20 de septiembre de 1519 abandonaron la Península Ibérica. Durante el viaje sufrieron rebeliones, tempestades, naufragios, enfermedades y fue asesinado Magallanes.

Tan solo una Nao logró volver a España, con 18 hombres a bordo y capiteanedos por Elcano: la Nao Victoria. Los supervivientes llegaron a Sanlúcar de Barrameda el 6 septiembre de 1522, con sus bodegas llenas de especias, arroz, canela, clavos (especia muy valorada por entonces) y ámbar. Dos días después, festividad de la Virgen de la Victoria, llegaron a Sevilla.

Ya en Sevilla, tras desembarcar, fueron directos al convento, donde los frailes repicaron las campanas. Se dirigieron en procesión ante la imagen de la Victoria y se postraron junto a ella, dando gracias por haber podido sobrevivir. Hay constancia histórica de que su primera parada después de tres años navegando fue para dar gracias a la Virgen. De hecho, después se dirigieron a la Catedral para rezar ante la Virgen de la Antigua. Desde la Victoria, Elcano escribió al Rey anunciando su llegada a España: «Aquello que más debemos estimar y tener es que hemos descubierto y dado la vuelta a toda la redondez del mundo».