Tauromaquia
Adiós a las corridas de toros en la mayor plaza del mundo
Un juez suspende los efectos para la celebración de estos eventos en la Plaza México, en la capital mejicana, con capacidad para 55.000 personas
Un juez federal ordenó este viernes la suspensión indefinida de las corridas de toros en la Plaza México, la más grande del país y del mundo.
«Se concede la suspensión definitiva para los efectos precisados en la presente resolución», señala el fallo sobre la demanda que interpuso la asociación civil Justicia Justa contra los reglamentos que permiten la tauromaquia en Ciudad de México.
La sentencia puede ser apelada
El pasado 27 de mayo, el juez ya había suspendido provisionalmente las corridas mientras escuchaba los argumentos y pruebas de las partes para tomar una resolución de fondo.
En respuesta, el coso capitalino dijo que «diferirá la celebración de las corridas y novilladas programadas» y que «continuará con la defensa legal» de lo que llamó «las costumbres y tradiciones mexicanas».
La siguiente actividad que se iba a celebrar en el recinto, localizado en el sector Benito Juárez, estaba programada para el 2 de julio.
Ese día se llevaría a cabo en los alrededores del escenario la primera «pamplonada» de la capital, tradición española en la que se cierran calles y sueltan astados para lidiarlos.
La decisión aún puede ser impugnada por los organizadores de los espectáculos, aunque el tribunal podría tardar varios meses en decidir sobre esos recursos.
Distintas organizaciones civiles han promovido a lo largo de los años acciones legales para que se prohíban las corridas, una tradición de 500 años en México, aunque no habían tenido éxito.
En diciembre pasado, el Congreso capitalino se pronunció a favor de prohibir la fiesta brava, pero falta una votación en el pleno para que la medida quede en firme. En tanto, el Legislativo abrió un diálogo con los implicados.
La Plaza México es la más grande del mundo, con capacidad para 55.000 espectadores, y tradicionalmente ha sido espacio de reunión de figuras públicas.
Los impulsores de la prohibición reclaman que la ley trata a los toros como «cosas» e ignora el sufrimiento animal.
Los taurinos, en tanto, reivindican la tradición y el valor económico de la industria, que en 2018 movió 343 millones de dólares, creando unos 80.000 empleos directos y 146.000 indirectos, según los más recientes datos oficiales disponibles.
En México cinco de 32 estados han prohibido los espectáculos taurinos.
El debate está latente en Hispanoamérica. En Bogotá y Quito se prohíbe matar al toro en el ruedo, mientras Venezuela ha cancelado algunas corridas y en Perú la justicia rechazó proscribirlas en 2020.
Los otros países donde están permitidas las corridas de toros son España, Francia y Portugal.