Girauta, en el CEU: «Laclau es el ideólogo de la nueva hegemonía 'woke' cuyo monstruo nació en una universidad americana»

Dice Juan Carlos Girauta que hay un momento inaugural de la ideología woke. Las ideas postmarxistas de Ernesto Laclau (las primeras ideas marxistas que han triunfado), quién se pregunta qué ha de hacer la izquierda para recuperar la hegemonía. Laclau inaugura un postmarxismo que reconoce que no se puede ser marxista ya que no existen las clases sociales. «Propone ocupar todas las luchas que se vayan dando e integrarlas en un solo discurso»: la amalgama confusa que nos ocupa.

Elaborada su teoría en 1985, Laclau muere en 2014. Justo ese año se produce el que Girauta apunta como el momento inaugural en la nueva hegemonía woke: el debate en una universidad americana entre dos feministas sobre la «cultura de la violación», donde una de las debatientes está a favor y la otra dice que «si admitimos esto hacemos un flaco favor a otras mujeres del mundo que conviven junto a auténticas barbaridades como la ablación».

El 'monstruo' woke

«Ahí aparece el monstruo». Luego llega un grupo de alumnos y dice que no se puede permitir que en esta universidad haya una persona que niegue que en EE.UU. existe una «cultura de la violación». Este grupo pronto se va ampliando. El quid de su éxito es la creencia e imposición de que no puede ser que exista ni siquiera debate en otro lugar. Nadie puede defender una idea contraria a la existencia de la «cultura de la violación» porque dicen que se va a ofender allí donde se diga lo contrario.

Se trata de un uso deliberado de la mentira. «¿Por qué quien asume (siempre en el espacio público, nunca en el privado) que hay que salvar el planeta, también asume la determinación de género y también considera que los españoles cometieron un genocidio?… no hay ninguna lógica que justifique la adscripción a estas cosas...». Salvo la teoría del postmarxista: una inoculación.

«La hegemonía cultural es la verdadera pandemia» donde el capitalismo aparece como el enemigo común. «El woke europeo sigue las consignas del woke americano que no ha entendido a Foucault». La teoría postmarxista de Laclau funciona porque nadie entiende nada, porque nadie ha leído nada, y lo que hila todas las causas es curiosamente, o no tanto, el capitalismo.

Las causas LGTBI que no van contra los países comunistas o musulmanes, que históricamente han sido sus enemigos absolutos. Van contra los países capitalistas donde todos estos movimientos han tenido la oportunidad de salir adelante. Se trata de buscar el enemigo común, sea cierto o no.

Quien tiene el control de la televisión , de las editoriales, de los medios... no necesita más

Albert Rivera, exlíder de Ciudadanos, apuntó a las palabras del presidente del Gobierno: «Tenemos una Oposición que es negacionista». El negacionismo como una suerte de «policía política». El negacionista es el enemigo. «Si eres impresionable y te llaman negacionista ya te están silenciando».

¿Y cuál es la solución? «Hay que poner un espejo», dijo Domingo Moratalla, catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia. Girauta propuso una ofensiva para quitarles la hegemonía cultural, la épica. Una iniciativa que anunció Marcos de Quinto: «Una iniciativa de Laclau pero a la inversa. Munición teórica para luego pasar a la comunicación, a través de libros, del humor...»

«Competir es malo»

Quien tiene el control de la televisión , de las editoriales, de los medios... no necesita más. Se puede gestionar la economía de maravilla que el votante votará a quien lo hace mal si le tocan donde tiene que tocarle.

Esta mentira deliberada, esta confusión tiene un ejemplo palmario con Israel. «Los woke han elegido la única democracia de Oriente Medio y le han puesto una lupa. La lista de las causas fragmentarias contienen el viejo atavismo que rompió la historia de la humanidad en el holocausto».

Ya no les queda nada a los socialdemócratas salvo un proveedor de causas épicas sin sentido

Y con la sola razón no se va a llegar a contrarrestar, hay que recurrir incluso a la épica, hay que leer y no estar rodeado de «pedagogos que dicen que competir es malo», hay que recurrir al amor propio. La épica, «por eso se han ido deslizando al neomarxismo populista» (se refiere Girauta a la socialdemocracia). «Ya no les quedaba nada a los socialdemócratas salvo un proveedor de causas épicas sin sentido, quien tienen el poder son esos de los que no reímos».

«Esos de los que nos reímos», pero contra los que hay que luchar. Contra el miedo a la reflexión, a las ideas, a estar solo y pensar. «Todo esto lleva a lo gregario, al rebaño», frente a los que ya no sirven los Think Tanks, «lo que se necesita ahora son los Action Tanks».