López Obrador reclama 2.000 obras arqueológicas a España

Ha sido un empeño suyo. Y es que el presidente mexicano, el extremista Manuel López Obrador, vive obsesionado con el revisionismo histórico, acusando a España de auténticas barbaridades antihistóricas en su «pasado colonial».

Aunque no es nada nuevo, ya que desde que comenzó su presidencia en 2018 ha tenido como objetivo «recuperar objetos que dan testimonio de la identidad y la memoria de los pueblos originarios de México», sí ha sorprendido la persecución que está llevando a cabo contra España, en especial en lo que concierne a elementos artísticos y arqueológicos.

La última medida consiste en reclamar 2.000 piezas arqueológicas que se encontraban en posesión de una familia radicada en la ciudad de Barcelona. Así lo ha anunciado la Secretaría de Cultura de México: «El Gobierno de México, a través de su consulado en Barcelona, España, recibirá en restitución aproximadamente 2.000 bienes arqueológicos, gracias a la decisión de una familia radicada en esa ciudad para devolverlas a territorio mexicano», señaló la dependencia en un comunicado.

Según el órgano de gobierno mexicano, las piezas, que actualmente se encuentran en el Consulado mexicano en Barcelona, están en proceso de embalaje, bajo la asesoría de personal del Instituto de Antropología e Historia (INAH), en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores, para su retorno a México.

El proceso por lo visto ha sido bastante amistoso, ya que la familia, que ha decidido permanecer en el anonimato, se ha mostrado proclive a la devolución de las piezas (por mucho que cueste entender quién querría desprenderse voluntariamente y a cambio de nada de tesoros arqueológicos precolombinos).

Salvaguarda del patrimonio cultural

De igual manera, la Secretaría de Cultura ha invitado a coleccionistas privados en el extranjero y que actualmente poseen artículos que forman parte del patrimonio de México, así como a las casas de subastas, «a sumarse a la protección y salvaguarda del patrimonio cultural, y a restituirlas para su estudio, conservación y difusión». Y precisó que estos son objetos que «dan testimonio de la identidad y la memoria de los pueblos originarios de México».

Hay un diferencia de acción entre la devolución a sus países de origen de piezas robadas o expoliadas durante procesos colonialistas o directamente durante guerras y la de la reclamación de piezas de coleccionistas privados que nada tienen que ver con estos procesos. De hecho la SRE, la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de Cultura, las embajadas y el INAH han intensificado demandas ante gobiernos extranjeros para recuperar piezas arqueológicas y artísticas. Aunque no siempre con éxito, el Gobierno ha combatido subastas en ciudades como Nueva York, París y Roma en las que aparecen objetos robados o que pertenecen al patrimonio de México.

Sin embargo, la obsesión de López Obrador por el «pasado» de México le ha llevado a priorizar la reclamación de piezas y obras desde que subió al poder en diciembre de 2018. De esta forma, esta acción se une a una serie de medidas del Gobierno mexicano respecto a la conservación y reconstrucción del patrimonio del país. En total, el Gobierno mexicano ha recuperado del extranjero más de 5.700 piezas que considera patrimonio nacional durante los primeros tres años de la presidencia. Y quién sabe cuántas más recuperará.