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Los medios de comunicación se suman al lenguaje 'woke'Paula Andrade

Los medios de comunicación se suman al lenguaje 'woke': sexismo, racismo, identidad de género, transfobia...

El académico David Rozado estudia la prevalencia de términos que denotan prejuicio en los principales periódicos españoles: El Mundo, El País y ABC. Su investigación para la Fundación Disenso concluye que, en cierta medida, los medios se inventan lo que pensamos

El académico David Rozado acaba de concluir una investigación publicada en la Fundación Disenso en la que analiza el número de menciones de palabras que denotan prejuicio en periódicos españoles; es decir, el número de veces por año que mencionan palabras como racismo, machismo, homofobia, antisemitismo, islamofobia... En el informe trata de dar respuesta a si el empleo de estos términos responde a un reflejo de lo que ocurre en la sociedad, o si es al revés.

En sus conclusiones, Rozado entra de lleno en conceptos como agenda-setting (el poder de los medios de comunicación sobre la percepción pública de temas y modulación de discursos), la cultura de la victimización y la generación de minorías (incentivos sociales que incitan a las personas a crear un perfil individual de vulnerabilidad como un medio para conseguir favoritismo institucional, y de qué manera se aprovechan las instituciones de ello) o concept creep (inflamiento semántico de ciertas palabras que pasan a englobar fenómenos mucho más amplios). El autor especifica que estas consecuencias y su posible explicación son hipótesis, pero que tienen bastante sentido a la vista de los datos y que él sustenta con encuestas de opinión a la población.

El antecedente: los medios anglosajones

Según su investigación, la literatura académica ha caracterizado recientemente un incremento exponencial en los medios de comunicación anglosajones con el uso de palabras que denotan prejuicio con respecto a raza, sexo, orientación sexual, identidad de género o preferencias religiosas minoritarias. Este aumento, sin embargo, comienza antes de la entrada de Donald Trump en el panorama político de Estados Unidos y persiste tras su salida de la Casa Blanca.

El primer análisis académico sobre la prevalencia de este tipo de palabras en los principales periódicos españoles, publicado por Rozado, muestra similitudes sustanciales en el uso de palabras que indican prejuicio entre los medios de comunicación españoles y los medios anglosajones, pero también diferencias en el énfasis que los medios de cada país ponen en distintos tipos de prejuicio. Al igual que los medios anglosajones, los principales periódicos españoles han aumentado de forma muy marcada en el periodo 2010-2019 el uso de palabras que denotan prejuicio.

La prevalencia de palabras que denotan prejuicio es más notable en el periódico de referencia de la izquierda española, El País, pero también es apreciable en un periódico considerado conservador como es el ABC. Sorprendentemente, en años recientes, el periódico El Mundo muestra dinámicas en el uso de palabras que denotan prejuicio muy similares a las de El País.

En contraste con los medios anglosajones, el aumento de palabras que denotan prejuicio racial es relativamente leve en los principales periódicos españoles. Sin embargo, el aumento de palabras que denotan prejuicio de género es extremadamente marcado en los periódicos españoles y su prevalencia en el periódico generalista más leído de España, El País, es más del doble que la prevalencia de este tema en el periódico de referencia de Norteamérica, el New York Times.

Análisis de 19 términos

Si bien la metodología observacional del estudio limita su interpretación, ya que impide establecer las raíces causales de las tendencias descritas, David Rozado ha analizado el empleo de diferentes términos en los principales periódicos: racismo, racista, xenofobia, supremacismo blanco, sexismo, sexista, misoginia, patriarcado, discriminación de género, homofobia, homófobo, anti-gay, transfobia, transfóbico, islamofobia, islamofóbico, antisemitismo, antisemita e intolerancia.

El estudio en España se centra en los tres periódicos más leídos y analiza los datos entre 2002 y 2019 aproximadamente. Un análisis cronológico cuantitativo del generalista El País muestra que al igual que en los medios anglosajones, la prevalencia de términos que denotan prejuicio contra el lugar de origen, el sexo, la orientación sexual, la identidad de género, la etnia o el sentimiento religioso minoritario se ha incrementado de forma sustancial desde el año 1976.

Frecuencia de palabras que denotan prejuicio en los principales periódicos españoles (2002-2019)

Frecuencia de palabras que denotan prejuicio en los principales periódicos españoles (2002-2019)David Rozado

«En general, las tres series temporales para los distintos tipos de prejuicio muestran un alto grado de correlación entre El País y El Mundo, con el ABC a menudo mostrando un grado de sincronía más leve con respecto a los otros dos periódicos», detalla David Rozado, que acompaña el informe con gráficos donde se exponen los resultados.

Cuanto menos prejuicios, más se habla de ellos

El estudio de la frecuencia de uso de palabras que denotan prejuicio en los medios de comunicación tiene un importante interés académico y social. David Rozado ya había identificado previamente un incremento acusado de estas palabras en los medios de comunicación americanos. Y de hecho, las encuestas de opinión de la sociedad americana muestran que las percepciones subjetivas de la opinión pública sobre la severidad de distintos tipos de prejuicio como el racismo o el sexismo también se incrementaron de forma dramática en el mismo tramo temporal, especialmente entre los votantes del Partido Demócrata.

Otras encuestas de opinión pública muestran, sin embargo, un decremento de actitudes explícitamente racistas, sexistas u homófobas desde los años 60 en la sociedad norteamericana. Algunos académicos consideran, sin embargo, que la sociedad americana no se ha hecho menos racista, homófoba o sexista sino que los prejuicios se han hecho menos visibles, mientras otros académicos cuestionan esta interpretación y argumentan que el prejuicio se ha reducido, al menos de forma parcial, en las últimas décadas.

Las protestas de Black Lives Matter denunciaban el racismo imperante en la sociedad tras el homicidio de George Floyd, en mayo de 2020

Las protestas de Black Lives Matter denunciaban el racismo imperante en la sociedad tras el homicidio de George Floyd, en mayo de 2020Gtres Online

Entonces, ¿por qué los medios de comunicación cada vez hablan más sobre el prejuicio a pesar de que las actitudes de prejuicio explícito se han reducido en las últimas décadas? David Rozado establece algunas hipótesis al respecto: «Es posible que las sociedades occidentales modernas sean cada vez más intolerantes a la discriminación contra grupos que han sido prescritos como protegidos. Esto podría causar que dichas sociedades se opongan a distintos tipos de prejuicio de forma más activa en años recientes que en épocas previas. En décadas pasadas, las sociedades abiertamente discriminatorias evitarían denunciar el prejuicio o serían inconstitucionalmente incapaces de reconocerlo como tal», explica al académico.

De acuerdo a este razonamiento, los medios de comunicación contemporáneos «quizá tengan una mayor sensibilidad para identificar y denunciar el prejuicio contra grupos declarados protegidos». Esta hipótesis es, no obstante, parcialmente inconsistente con el abrupto incremento de palabras que denotan prejuicio en los medios de comunicación y que primordialmente comienza posteriormente al año 2010. Es decir, «es difícil de justificar que las sociedades occidentales hayan desarrollado de forma natural una marcada sensibilidad contra el perjuicio en un período de tan solo 10 años», asegura Rozado.

El sesgo ideológico y el inflamiento semántico

Alternativamente, una relajación de los criterios utilizados para definir lo que constituye prejuicio también podría inducir el fenómeno de aumento de uso de este tipo de palabras en la prensa. En este sentido, la literatura académica ha definido el término concept creep para describir el proceso de inflamiento semántico de ciertas palabras que pasan a englobar una serie de fenómenos más expansivos que con su definición original. Otros autores han demostrado incluso un mecanismo psicológico ubicuo en los seres humanos que podría ser parcialmente responsable de este proceso: prevalence induced concept change. «Este sesgo psicológico ha sido caracterizado experimentalmente como una reducción del umbral para la detección de un concepto a medida que la prevalencia de dicho concepto se hace más infrecuente en una serie de estímulos sensoriales. Sí es cierto que el significado de las palabras que denotan prejuicio se ha diluido en el tiempo y estas palabras han pasado a englobar una serie de fenómenos más leves que en el pasado, este proceso podría explicar la frecuencia creciente de dicho tipo de palabras en el contenido mediático», concluye Rozado.

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Cada vez más autores señalan que la civilización occidental está en riesgo con el actual modelo de sociedadLu Tolstova

Victimización de grupo

Otra posibilidad es que las tendencias en el discurso mediático descritas en este informe puedan deberse a cambios culturales que han creado incentivos para apelar a un sentimiento de victimización de grupo en situaciones de competitividad o conflicto social entre individuos o grupos demográficos como forma de obtener ventajas competitivas en dicho conflicto.

Según el investigador, la literatura en torno al concepto de la cultura de la victimización (victimhood culture) especula sobre la existencia de incentivos sociales que incitan a las personas a cultivar una identidad personal de vulnerabilidad, sufrimiento y victimismo como forma de obtener simpatía social o favoritismo institucional.

Relacionado con lo anterior, otros autores también han estudiado la posibilidad de que expresiones públicas de virtuosidad moral (moral grandstanding) tales como la oposición llamativa a distintos tipos de prejuicio se puedan utilizar no solo de manera altruista, sino también como un mecanismo eficaz para obtener prestigio moral y social. Si estas hipótesis son ciertas, estos procesos sociológicos también podrían explicar el incremento de palabras que denotan prejuicio en los medios de comunicación.

'Agenda-setting': los medios dicen sobre qué temas hay que hablar

La literatura académica previa ha demostrado que los medios de comunicación pueden jugar un papel importante a la hora de crear una agenda de prioridades en las preocupaciones de la opinión pública. Este fenómeno se ha denominado agenda-setting en la literatura anglosajona. Por ejemplo, cuando los medios de comunicación incrementan la cobertura de fenómenos tales como el terrorismo o el crimen, la preocupación de la opinión pública con esos temas tiende a crecer independientemente de los niveles actuales de terrorismo o crimen en la sociedad.

La literatura académica en agenda-setting también ha demostrado que son algunos medios de comunicación influyentes los que establecen la cobertura temática de las noticias y que el resto de los medios de comunicación simplemente sigue las tendencias de los medios líderes, y que la cobertura de temas entre medios de comunicación escritos y audiovisuales es también muy similar.

La existencia de un alto grado de homogeneidad en las actitudes normativas morales o en las preferencias políticas dentro de las redacciones de los medios de comunicación podría dar lugar a sesgos culturales o ideológicos que podrían manifestarse en el tipo de temas a los que se da prioridad en el contenido mediático.

Predomina la izquierda ideológica

Estudios académicos previos han señalado que en los países occidentales, la orientación ideológica mayoritaria entre los miembros de la profesión periodística es a la izquierda del centro político. Un alto grado de homogeneidad ideológica progresista en las redacciones de medios de comunicación podría priorizar temas prioritarios para la izquierda ideológica tales como una alta sensibilidad a temas que denotan prejuicio. La desproporcionada influencia social de las élites culturales periodísticas podría traducir estas prioridades temáticas en un alto grado de preocupación social con el prejuicio tal y como la teoría de agenda-setting predice.

Rozado advierte de que la discusión anterior es meramente especulativa y que su grado de veracidad es simplemente plausible y consistente con las predicciones de teorías académicas previas tales como agenda-setting, victimhood culture, prevalence induced concept change and concept creep. Las conclusiones firmes de este estudio, sin embargo, terminan en los patrones demostrados en nuestro análisis cuantitativo del contenido mediático y que son inequívocos: los medios de anglosajones y españoles han incrementado de forma dramática el uso de palabras que denotan prejuicio en el periodo temporal 2010-2019.

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