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Una de las cartas de Puccini, escrita sobre una cartulina de 'La Bohème', fechada el 21 de octubre de 1897

Una de las cartas de Puccini, escrita sobre una cartulina de La Bohème, fechada el 21 de octubre de 1897

Los apasionados amores de Puccini, al descubierto

La nieta de Giacomo Puccini saca la a luz miles de cartas en las que se exponen los affaires del genio italiano

Las pasiones y los celos de óperas como La bohème y Madama Butterfly no tenían nada que envidiar a las dramáticas relaciones amorosas de la vida real de Giacomo Puccini, uno de los más grandes compositores de ópera de todos los tiempos. Visionario y creador de conceptos que regirían no sólo el mundo de la clásica sino también el del cine, Puccini guardaba, sin embargo, algunos secretos en el armario.

Más de 10.000 cartas encontradas en los archivos del compositor italiano han desenterrado ahora nuevos detalles sobre la serie de amantes de Puccini y su esposa, que siempre sospechó de su infidelidad.

«Sabíamos que tuvo una crisis con su esposa Elvira y que tuvo muchas confidentes, amigas y amantes, pero hay mucho más por descubrir y ahora todo saldrá a la luz», ha afirmado Claudio Toscani, que dirige la investigación sobre la correspondencia del italiano.

La descubridora: su nieta Simonetta

Nacido en 1858, Puccini compuso algunas de las óperas más conocidas del mundo, como Tosca y Turandot. Para él, el uso de pasajes modales o recursos politonales y la tonalidad o la atonalidad eran cuestiones de efecto que estaban definidas por las necesidades dramáticas de la obra: esos golpes efectistas no sólo le maravillaban, sino que consiguieron encandilar al público decimonónico, que lo elevó a los altares. Con su éxito, decidió construirse una villa junto al lago en la Toscana, donde fue enterrado tras su muerte en 1924 y donde su nieta Simonetta Puccini vivió hasta su muerte en 2017.

Representación de 'La Bohème' de Puccini en el Teatro Real en el año 1898

Representación de La Bohème de Puccini en el Teatro Real en el año 1898Gtres Online

A lo largo de los años se han publicado cartas del compositor, a menudo bajo el título Epistolario, pero una amplia colección, que contiene cartas tanto dirigidas a él como escritas por él, han permanecido bajo llave gracias al recelo de su nieta Simonetta. Sin embargo desde su muerte, una fundación creada en su nombre ha empezado a cribar las 10.500 cartas y los 1.500 documentos musicales guardados en la casa, y un primer lote se publicará a finales de año.

«Daría toda mi sangre por llenar de besos tu hermosa boca», le escribió Puccini a Elvira en 1885 cuando estaban separados, a lo que ella respondió: «Ángel mío, vago por la casa, llamándote, besando tu retrato y las lágrimas acuden a mis ojos». Puccini había comenzado una relación con Elvira Bonturi, que estaba casada con el mujeriego farmacéutico de Lucca, en torno a 1878. En 1880 tuvieron a su primera hija, Fosca, y en 1886 nació Antonio. Para entonces, ella había abandonado Lucca para ocultar el embarazo, por lo que empezaron a convivir. Narciso, el farmacéutico y marido de Elvira, fue asesinado por el marido de la mujer con la que mantenía una aventura el 26 de febrero de 1903, un día después de que el propio Puccini tuviera un accidente de automóvil que le ocasionó una penosa y larga convalecencia. Solo entonces, a principios de 1904, pudieron casarse Puccini y Elvira y legitimar a Antonio.

Las traiciones de Puccini

Sin embargo, después de haber superado grandes reveses y de consolidar su matrimonio en Torre del Lago, una pequeña localidad a unos 20 kilómetros de Lucca situada entre el Mar Tirreno y el lago Massaciuccoli, a medida que su carrera florecía, Puccini inició una serie de romances con importantes cantantes de ópera. Una carta de Elvira, unos años más tarde, expresa el dolor y la decepción de su ya esposa: «Nunca hubiera esperado que me trataran como tú me has tratado», escribió, añadiendo: «Ya no me quieres y te aburro con mis quejas. Tengo la idea de que me has estado traicionando. Hace unos días te mostrabas apasionado, pero ahora estás demasiado tranquilo».

Imagen de una de las estancias de Villa Puccini, hoy sede de la Fundación Simonetta Puccini

Imagen de una de las estancias de Villa Puccini, hoy sede de la Fundación Simonetta Puccini

En 1909, una nueva tragedia y un escándalo golpearon profundamente al músico, que era habitualmente infiel a su esposa: una de sus criadas, Doria Manfredi, de 23 años, objeto de los celos obsesivos de Elvira que la acusó públicamente de adulterio, se suicidó envenenándose. Sin embargo, la autopsia indicó que Doria era virgen, lo que refutó la acusación en su contra. Elvira fue procesada por calumnia y fue condenada a más de cinco meses de prisión, pero un fuerte pago a la familia Manfredi por parte de Puccini evitó que Elvira tuviera que cumplir la sentencia. Este drama agravó la relación entre el compositor y su esposa, y sus efectos psicológicos interfirieron en su capacidad para completar composiciones e influyeron en la creación de personajes, como Liu en Turandot, una esclava que muere trágicamente suicidándose.

A partir de 1911, Puccini mantuvo un largo romance con la baronesa Josephine von Stängel, con quien organizaba encuentros clandestinos al aire libre mientras cazaba faisanes. En una ocasión, Elvira decidió seguir a su marido siguiendo su intuición, lo que provocó un terrible enfrentamiento entre ambos al descubrir a Puccini con la baronesa. En una carta, la aristócrata alemana escribe a Puccini: «Pienso en ti con extremo deseo, en tu dulce amor, en tus ojos y en tus queridos labios».

Claudio Toscani, jefe del comité científico de la Fundación Simonetta Puccini, ha revelado que, además de las cartas de amor, los documentos musicales aportarán nuevos detalles sobre cómo componía Puccini.

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