La estética clásica de Morante de la Puebla en diez ejemplos

Más allá de la profundidad de su toreo, de la ejecución de las suertes o del «estar» en la plaza, la armonía y la belleza en el vestir son características propias que el torero sevillano muestra en sus apariciones, con guiños constantes al pasado

Las medias blancas

Dicen que las medias blancas, en sustitución de las fucsias habituales, las usó por primera vez el torero gitano Rafael Albaicín, padre de la bailaora María Albaicín y suegro del diestro catalán Joaquín Bernadó. Luis Francisco Esplá, otro guardián de las esencias, Rafael De Paula, antaño apoderado y maestro del de la Puebla, o Luis Miguel Dominguín, fueron otros de los toreros que usaron las medias de este color.

El puro en el callejón

Dice Morante de la Puebla que el puro a veces hasta le marea, pero le ayuda a relajarse. «Me gusta el tacto, el sabor, la estética. Me envuelve la humareda. Me distrae. Y hasta me marea. Por eso tengo que tener cuidado. El puro me hace compañía». No ha sido el primero desde Cúchares, Paquiro, Lagartijo o Guerrita. Durante la prohibición de fumar en las plazas durante la pandemia, el diestro se fumaba los puros en el ruedo, sentado en el estribo.

Corbatín ancho

La castiza pañoleta que hoy es fina, apenas una tirilla de seda, el corbatín, antiguamente, muy antiguamente, era ancha, como la que luce Morante en la imagen.

El vestido goyesco

En la cita anual en la plaza de toros de Ronda, cada vestido nuevo de Morante es uno de los alicientes de la goyesca en la que el torero sevillano siempre sorprende en el encargo a diseñadores de renombre, desde Christian Lacroix a Lorenzo Caprile.

El capote con el forro verde

El verde en el forro del capote lo usaban los toreros, como el azul, de los años treinta. Un color y una tela, además, especial, única, encargada a la sastrería catalana Capotes y Muletas María José, en Barberà del Vallès.

El azabache del vestido

Elegancia frente al oro. El azabache es signo de identidad del maestro de la Puebla, que lo usa habitualmente, quizá más que ningún otro torero en el presente. El hombre tradicional de luto, la oscuridad frente al brillo del matador.

Montera antigua

No es la de la imagen la de Paquiro, que también ha llevado, pero tampoco es la montera moderna, el astracán clásico. Otra especialidad en la profesión donde admite que no sirve ser moderno porque siempre hay que mirar hacia atrás.

La llegada a la plaza en calesa o en carreta

Una vieja tradición que Morante de la Puebla ha devuelto a la tauromaquia, lejos de las furgonetas modernas, el torero sevillano llega a las plazas junto a su cuadrilla, subido a una carreta o una calesa, tirada por caballos, para disfrute de los aficionados.

Las patillas y la coleta real

Las patillas pobladas, como las llevaba Paquiro, «el Napoleón de los toreros», figura del siglo XIX, la época de la que también vienen la pañoleta y la coleta de cabello auténtico.

Gesto de secar las lágrimas al toro

El homenaje a Joselito el Gallo, ídolo de Morante, en el gesto que hacía aquel, en la constante mirada al pasado del torero sevillano.