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La Biblioteca Nacional de España, en el Paseo Recoletos de Madrid

Cultura empieza a resolver el problema de la falta de personal dos años después

La Biblioteca Nacional es una de las primeras entidades en beneficiarse de la incorporación de nuevos funcionarios, que permite eliminar la cita previa para acudir a sus salas

Crisis, caos, manifestaciones, quejas e incluso huelga. La falta de personal ha provocado que, en los últimos dos años, salas de museos estatales permanezcan cerradas. Pero no sólo eso. Se ha roto la organización de las entidades, negándose a los ciudadanos un servicio público, y se ha evitado dar explicaciones al respecto.

Ahora, dos años después de que se «aprovechara» la pandemia para hacer la vista gorda sobre una situación que se alargaba demasiado, una de las entidades más afectadas por los cierres y los «servicios mínimos» ha decidido cambiar la situación: la Biblioteca Nacional de España (BNE) tiene previsto empezar a recuperar, a partir del 1 de noviembre, servicios que dejó de ofrecer con las restricciones de la pandemia y que han seguido vigentes hasta la fecha por falta de personal.

La propia biblioteca ha dado el aviso gracias a la incorporación de 27 nuevos trabajadores, que harán que se pueda recuperar el funcionamiento normal de la entidad: ya no será necesario pedir cita previa y se podrán pedir fondos documentales directamente, aunque seguirán existiendo horarios estrictos para las solicitudes.

Las oposiciones previas a la pandemia han permitido que se incorporen, sobre todo, auxiliares de biblioteca, pero también ayudantes y facultativos que permitirán aligerar los pesados trámites que desde la pandemia se habían instalado como el modelo de funcionamiento normal de la Biblioteca Nacional.

Sin embargo, desde los sindicatos y las asociaciones de trabajadores continúan defendiendo que es insuficiente, ya que además la mayoría de los contratos son temporales y tienen una duración de seis meses. «Muchos museos han sido gratis porque había falta de personal, y esa gratuidad la seguimos pagando ahora», explica una fuente del Museo Arqueológico Nacional.

De los los 16 museos gestionados por el Ministerio de Cultura, 14 abrieron gratis durante y después de la pandemia, con la consecuente pérdida de ingresos y gasto para el erario público. Según dos trabajadoras consultadas por El Debate, el problema principal que ha tenido esto, y por ello protestaron frente al Ministerio de Cultura, es que «se ha dejado de prestar un servicio público a los ciudadanos».