«Sigue perfiles y hashtags ligados al centro escolar»: así recomienda el Gobierno que actúen los profesores

Lo de crear alertas con términos que apareciesen en los buscadores ya lo utilizaban las agencias de inteligencia de Estados Unidos para combatir el terrorismo: una herramienta muy potente (y muy peligrosa) de espionaje y control. Desde el Ministerio de Educación de España se ha presentado una guía donde se recomienda realizar un procedimiento de control similar, pero dentro del entorno de los centros educativos: una actuación con el objetivo de combatir los posibles abusos cibernéticos dentro de las aulas.

A pesar de que la meta sea lícita y de que esté enfocada en mejorar la convivencia de los alumnos en redes sociales, no deja de limitar la privacidad del alumno. Además, convierte al tutor en una especie de espía cibernético, un stalker que controla las actitudes de sus alumnos, al más puro estilo del Gran Hermano.

El Instituto Nacional de Seguridad (Incibe) ha presentado este documento dentro del Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar. En esta propuesta incluyen recomendaciones para actuar y mejorar la actuación dentro del marco de la «ciberconvivencia» tanto a padres como profesores.

La guía contiene varios puntos entre los que destaca el de invitar a los docentes a un seguimiento proactivo para la detección temprana de conflictos: «puede ser interesante la detección proactiva de situaciones de riesgo para la «ciberconvivencia», por ejemplo, mediante la monitorización de comentarios y actividad del alumnado dentro de las plataformas educativas, o el seguimiento de hashtags y menciones relacionadas con el centro educativo en las redes sociales preferidas por el alumnado, así como la creación de alertas en buscadores con términos relacionados con el centro educativo».

«No se trata de hacer espías, sino de vigilar, estar al tanto de las redes sociales que usan los alumnos», ha explicado Purificación Llaquet subdirectora general de Coordinación Territorial e Innovación Educativa. También recuerda que «los padres se hicieron Facebook para ver lo que hacían sus hijos».

Protocolos contra el ciberacoso

En el documento también se presenta la elaboración de protocolos ante las problemáticas que se dan en las redes el seguimiento, la observación y la resolución de los conflictos. También se advierte de los problemas que conllevan las redes sociales: «la inmediatez, viralidad y permanencia en el tiempo de los mensajes, de la sensación de presión o la exigencia de urgencia en las respuestas, de la falta de comunicación no verbal que reduce la empatía y genera malentendidos, de la falsa sensación de anonimato, seguridad e invencibilidad que alienta comportamientos irrespetuosos o de riesgo».

Entre los apartados que se dan para aplicar estas medidas, están la de apoyar a tutores para monitorizar comentarios del alumnado dentro de la plataforma educativa y la de monitorizar hashtags y menciones relacionadas con el centro en las redes sociales favoritas del alumnado.

Una guía hecha para combatir el ciberacoso, que es el principal foco de conflictos de las nuevas generaciones, donde hasta un 10 % de los alumnos del país –según el estudio de perfección de bullying en España– sufren acoso en redes sociales. Una medida que aumentaría (supuestamente) el bienestar del alumnado a costa de recortar su privacidad dentro de la escuela.