Descubren una momia de 5.000 años de antigüedad en los pantanos de Dinamarca
Un fémur y una mandíbula han sido hallados junto a un hacha de sílex y a restos de diferentes animales en lo que se cree que fue un ritual de sacrificio
Las momias de los pantanos de Juntlandia (Dinamarca) son muy conocidas por el buen estado de conservación en el que se suelen encontrar. El componente ácido y pobre en oxígeno de las oscuras aguas que conforman las ciénagas del norte de Europa son una sepultura perfecta para los cuerpos que reposan en sus profundidades. Los humedales están repletos de restos arqueológicos y de cuerpos momificados que los investigadores creen que pudieron haber formado parte de sacrificios: hasta unos 500 cuerpos han sido descubiertos en esta zona.
El último hallazgo se ha realizado en la región de Edegal, al noroeste de la capital danesa. Un grupo de arqueólogos ha descubierto los restos humanos, junto a un hacha, cerámicas y distintos huesos de animales de hace más de 5.000 años. Los investigadores sugieren que la víctima pudo haber formado parte de un acto ceremonial y las excavaciones han apoyado esta hipótesis. Entre los restos humanos hallados hay un fémur y una mandíbula, y a tan solo unos metros se encontraban huesos de diferentes animales y algunas cerámicas.
Lugar habitual de sacrificios
Según las hipótesis, el lugar era habitualmente utilizado para realizar sacrificios. En el periodo neolítico era una fuente tanto de recursos como una puerta a lo sobrenatural para los europeos. Los expertos indican que los pobladores daneses pensaban que al tomar algo también debían de ofrecer algo, por lo que este puede ser el motivo de los numerosos restos y objetos encontrados.
De estas zonas pantanosas procede una de las momias más famosas del mundo, El Hombre de Tollun, cuyo estado de conservación asombró al mundo: se conoce hasta la última comida que ingirió. Los análisis químicos muestran que muchos de los que yacen en los pantanos habían viajado desde territorios muy lejanos para finalizar sus días allí. Otros estudios han determinado que los restos de ropa encontrados en las momias estaban tintados, un símbolo de poder y de estatus elevado, por lo que no todos los que eran enterrados allí eran de la misma clase social.
Los últimos restos encontrados todavía están en proceso de limpieza y de análisis para hacer una datación más exacta del sujeto, con el objetivo de establecer su edad y su género. Además, también se han encontrado asentamientos que demuestran que la gente se establecía cerca de las ciénagas y que su vida giraba en torno a ellas.
Gracias a la investigación de los cuerpos hallados en estos pantanos se ha podido conocer un poco mejor a las poblaciones neolíticas de hace 5.000 años. Por ejemplo, ahora se sabe que las sociedades de aquel entonces no estaban tan aisladas como se creía y que existía un gran flujo de comercio entre regiones.