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Whaam! de Roy LichtensteinCreative Commons

El hombre de 67 años que pasó de pintar por gusto a vender falsificaciones de Munch o Chillida

Gillermo Chamorro se enfrenta a más de 6 años y medio de cárcel por realizar y vender pinturas falsificadas

La fiscalía de Madrid pide para Guillermo Chamorro, de 67 años, hasta seis años y medio por la falsificación y venta de más de 15 obras. La denuncia fue interpuesta por un ciudadano austriaco que adquirió una supuesta litografía de Chillida por 3.900 euros. Tomas Webber aseguró haber comprado varias obras en la casa de subastas Setdart en Madrid donde Chamorro habría depositado algunas de sus réplicas.

En el juicio que se está celebrando contra Chamorro, se le acusa por infligir de forma continuada la Ley de Propiedad Intelectual y por el delito de estafa por replicar de forma ilícita pinturas de artistas de gran renombre como Munch o Lichtenstein. Webber viajó a España para denunciar la presencia de diversas obras falsas que pertenecerían a Chamorro, sin embargo, la ausencia del austriaco en el juicio –no fue llamado a declarar– dejan muchas dudas sin resolver.

La policía incautó en la casa de subastas varias de las obras falsificadas entre el 5 y el 11 de marzo del 2019: siete de Chillida, dos de Lichtenstein y una de Munch. En un primer momento la policía sólo se llevó dos de los cuadros de Chillida. El gerente de la casa de subastas Vicens Pascual aseguró que no existían más obras de Chamorro entre sus las pertenencias de la casa de subastas. Aunque, la policía en su investigación descubrió que en la web anunciaban por lo menos otras tres. Al final, una trabajadora acabó confesando que existían otras cinco; unas diez obras en total acabaron en manos de la policía.

La investigación siguió su curso y llamarón a Guillermo Chamorro para que llevase otras cinco de las obras que estaban bajos sospecha: 4 de José Guerrero y una de Steinberg. Las piezas, vendidas en 2018 a diferentes particulares, fueron examinadas y se determinó que también eran falsificaciones.

La defensa de Chamorro

La defensa alega que las pinturas que dejó Chamorro eran solo para estudio y que el resto de las obras no se llevaron porque ya no tenía casi relación con la casa de subastas, explicó el acusado. Asimismo, asegura que del resto de obras, sí se pagaron los derechos de autor y que no se denunció su falsedad hasta meses más tarde.

El procesado también acusa a la casa de subastas Hampel, donde contaban con obras presuntamente de Chillida provenientes de Chamorro, de no recibir la remuneración acordada por la tasación de las obras: 29 piezas entre 250 y 300 mil euros en su conjunto. A pesar de las declaraciones, el apoderado de la sociedad del artista español le ha desmentido y ha garantizado que los números que aparecían en el cuadro, no estaban escritor por el pintor.

Algo parecido ocurrió con las piezas de José Guerrero, de quien dice que se las dio el mismo, ya que habían colaborado en diferentes proyectos conjuntos. Sin embargo, el director del centro José Guerrero ha asegurado que son imitaciones

Un conocido en el mundo del arte

La relación entre Chamorro y el arte viene desde los 14 años, cuando empezó ha adquirir obras de arte para revenderlas posteriormente. Aparte de la compra y venta de arte, también realiza sus propios collages para exhibirlos por hobby. Es una personalidad muy conocida dentro del mundo artístico y de las subastas. Solía contar que vivió en Nueva York, que había conocido a Andy Warhol y que tenía un catálogo de pinturas de artistas muy conocidos. Muchos le definen como un personaje muy peculiar.

Las obras fueron analizadas por un perito del Museo Reina Sofía que determinó, a través de las firmas de los cuadros, que las obras eran falsas o que por lo menos eran manipulaciones de las piezas auténticas.