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Imagen de los carteles donde se pide decapitar a las TERFS bajo los que posan las políticas escocesasTwitter

La polémica de J.K. Rowling y la decapitación de las mujeres bajo la que se posiciona el delirante progresismo escocés

La autora de Harry Potter vuelve a ser noticia al publicar un tuit irónico sobre una surrealista imagen de unos políticos durante una manifestación transgénero

Miembros del parlamento escocés recientemente enloquecido posaron el pasado sábado en Glasgow bajo carteles que pedían la decapitación de las mujeres. Concretamente de las TERFS, el acrónimo que reproduce en sus siglas la expresión «Feministas Radicales Trans Excluyentes» (Trans Exclusionary Radical Feminists), como llaman a las mujeres que niegan la igualdad con las mujeres trans, durante una manifestación por los derechos de las personas transgénero.

La polémica explotó cuando la escritora J.K. Rowling, autora de Harry Potter (y TERF de referencia), publicó un tuit en el que ironizaba con la disparatada imagen: «Algunos de los políticos maravillosamente progresistas y amables de Escocia, posando con orgullo frente a pancartas que piden que las mujeres sean decapitadas y comidas», escribió.

En tuits separados, las miembros retratadas del Partido Nacional Escocés, Thewliss, Stewart y Oswald, condenaron los mensajes y dijeron no haber visto los carteles. Stewart escribió: «No estaba al tanto de estos odiosos carteles cuando asistí a la protesta de hoy en defensa de la democracia escocesa y los derechos de las personas trans, y estoy totalmente en desacuerdo con ellos. El discurso de odio violento es totalmente inaceptable y no tiene ningún lugar en nuestro público».

Por otro lado, Thewliss respondió: «Tengo muchas cualidades, pero tener ojos en la nuca no es una de ellas. Si hubiera visto la señal a la que te refieres, le habría dicho a la persona involucrada lo inapropiado y ofensivo que era, y para deshacerme de él».

«Es un mensaje horrible, y no estaba allí cuando me uní a la manifestación. Ciertamente no representa mis puntos de vista, y es un lenguaje que jamás usaría. El lenguaje violento y lleno de odio, de cualquier tipo, es inaceptable y tiene ningún lugar en el movimiento pacífico por la igualdad y la democracia LGBT», argumentó por su parte Oswald.

No acabó aquí la polémica porque Rowling, inasequible, volvió a atacar con retranca: «Ha estallado una nueva y extraña forma de ceguera temporal entre los políticos escoceses. Ninguno de ellos podía leer los carteles que pedían violencia contra las mujeres mientras estaban a centímetros de ellos, pero se curaron instantáneamente cuando las fotos de ellos posando con los carteles llegaron a la prensa», tuiteó en el penúltimo capítulo de la batalla de la escritora contra la equiparación de los derechos de las mujeres a los derechos de las mujeres trans.