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Miquel Iceta es ministro de Cultura y Deporte desde 2021GTRES - Joma

En año electoral

Iceta destroza el sector de las revistas culturales al reducir a la mitad sus ayudas desde el Ministerio

La convocatoria de subvenciones oficiales para 2022 se extiende a bianual para el periodo 2022-2023 sin modificar el monto de las ayudas, por lo que estas quedan cercenadas al 50 %

El mundo intelectual español, especialmente el relacionado con las revistas culturales y las pequeñas editoriales, experimenta desde hace meses una sorda indignación con el ministro titular del sector, Miquel Iceta; una indignación que según avanzan las primeras semanas de 2023 cada vez resulta más explícita.

El motivo son las ayudas concedidas por el ministro Iceta. A finales de noviembre de 2022 el sector ha descubierto a través del portal web del Ministerio que las subvenciones correspondientes para números, ejemplares y artículos editados en 2022 también serán extensibles para el año 2023, aunque manteniendo idéntica partida presupuestaria. Así lo indica el portal del Ministerio.

La convocatoria de 2022 muda en bianual para el periodo 2022-2023, sin modificar el monto de las ayudas

En la parte superior de la convocatoria puede leerse, remarcado con un IMPORTANTE escrito en negrita y todas sus letras en mayúscula, que «la convocatoria de ayudas a la edición de revistas culturales, correspondiente a 2023, entre otras novedades abarcará las (sic) edición de las revistas editadas en 2022 y en 2023». No señala, sin embargo, que no doblan las cantidades, sino que mantienen la dotación anual, que ahora pasa a ser la misma para un periodo de dos años.

Dicho de otra forma: la Convocatoria de 2022 muda en bianual para el periodo 2022-2023, sin modificar el monto de las ayudas, quedando así súbitamente cercenadas al 50 %. El hecho, de por si gravoso, afecta especialmente a un sector que ha visto como su materia prima, las resmas de papel, ha aumentado su coste un 45 % durante el primer semestre de 2022; y ello sumado a otro aumento, del 20 %, ya sufrido en 2021.

El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la última entrega del Premio CervantesMaría Serrano

Golpe tras golpe

Este cambio de normas resulta especialmente gravoso para un mundo, el de las revistas culturales y pequeñas editoriales, que aún está recuperándose de los efectos de la pandemia. Este fue uno de los muchos sectores que se acogieron a los créditos concedidos por el Gobierno de España para paliar la crisis económica generada por la covid. En 2023 ha llegado el momento de pagar dichos créditos, y muchas revistas culturales y pequeñas editoriales contaban con las ayudas oficiales del Ministerio, que ahora han sido reducidas a la mitad. El peligro de cierre para muchos pequeños editores parece próximo.

Aunque la convocatoria oficial ya está cerrada, cuesta que el malestar se haga público. El Ministerio de Cultura está en la fase de evaluación para decidir qué revistas y editoriales reciben las ayudas. Existe, por tanto, miedo real a protestar; quien lo hiciese podría quedarse directamente sin ninguna clase de subvención.

Existe miedo real a protestar; quien lo hiciese podría quedarse directamente sin ninguna clase de subvención

Pese a todo, muchas pequeñas editoriales y revistas culturales agrupadas en torno a la Asociación de Revistas Culturales de España, ARCE, han enviado en su última newsletter un texto firmado por Álvaro Sobrino, editor y director de la revista Visual, que ha publicado a modo de editorial en el número 213 de su revista.

Sobrino detalla por extenso la problemática aquí esbozada y, a la hora de aventurar sus causas últimas, el editor y director señala la siguiente hipótesis: «Esta artimaña no afecta solo a las revistas de la cultura, también afecta a las ayudas a la edición de libros. Cabría pensar que ese sector tiene mucha fuerza, y es verdad que la tiene. Pero a los grandes grupos de comunicación, a las grandes editoriales, estas ayudas apenas les afecta. Ellos juegan en otra liga, incluso no les viene mal que se reduzcan, porque la medida a los que asfixiará será a los pequeños editores, a la edición independiente, para quienes estas ayudas sí son esenciales».