El Watergate fue diseñado por el arquitecto italiano Luigi Moretti. Su uso comercial y residencial fue una de sus particularidades, también sus formas circulares que rompían con el estilo urbanístico cuadrado de Washington y que muchos consideraron un adefesio que estropeaba la elegante ribera del río Potomac. Políticos y diplomáticos vivían en él. Más allá de su especialidad formal, el escándalo político que sucedió en su interior, por el que es mundialmente conocido y que acabó con la presidencia de Richard Nixon tras la investigación de los periodistas Woodward y Bernstein en el Washington Post, los edificios (sobre todo el de las oficinas), son en la actualidad más un enclave histórico, a pesar de la reciente y añosa renovación de su hotel de lujo.