Los festivales españoles, cada vez menos españoles: las empresas extranjeras dominan el sector
Grandes corporaciones estadounidenses compran las promotoras españolas que organizan ocho de cada diez macroeventos y casi la mitad de festivales
Cada vez más corporaciones estadounidenses desean invertir en festivales españoles: por ejemplo, el fondo inversor Providence Equity Partners ha comprado el conglomerado español The Music Republic, promotora líder fundada en Valencia (2010) y dueña de festivales tan importantes como el Arenal Sound, el Viña Rock y el FIB de Benicàssim en una de las operaciones de mayor envergadura realizada en el sector. Del mismo modo, hace unos días el periódico El Mundo desvelaba que el mismo fondo inversor pasaría a estar a cargo de la promotora gallega Bring The Noise, cuyo buque insignia es el Resurrection Fest y que coorganiza el festival O Son Do Camiño.
La cultura española, dirigida por EE.UU.
En todo el mundo se está produciendo la concentración de los macrofestivales en cada vez menos manos. Es una tendencia global a la que España no escapa, pues es uno de los países con mayor actividad festivalera del planeta. Actualmente, ocho de los diez macrofestivales que más público convocaron en 2022 tienen capital extranjero; es decir, que una parte proporcional de sus posibles beneficios irá a las arcas de estos fondos inversores, y que la necesidad de garantizar esos beneficios puede acabar influyendo en la toma de determinadas decisiones logísticas o artísticas.
El caso más llamativo de expansión en territorio español es el de Superstruct Entertainment, la filial de Providence Equity Partners centrada en el sector del entretenimiento y la música y que en 2018 ya poseía un porcentaje de acciones de Advanced Music, la productora del festival Sónar. Al frente de esta rama del fondo inversor de Rhode Island está James Burton, un empresario británico que durante años lideró la división de música electrónica de Live Nation.
Si hace una década a cualquier empresario ya le suponía suficiente quebradero de cabeza sacar adelante un festival, en los últimos años varias empresas han impulsado dos, cinco y hasta diez macroeventos. Fue en 2018 cuando todo empezó a cambiar de forma radical. En junio saltó la noticia de que el grupo inversor estadounidense The Yucaipa Companies se hacía con el 29 % de las acciones del Primavera Sound. Días después, en julio de 2018, se anunciaba la adquisición por parte de Superstruct de otro porcentaje todavía más significativo del Sónar. Hoy, de los 20 festivales más multitudinarios que se celebraron en España en 2022, seis están en manos de Superstruct y otros tres están vinculados a Live Nation. Más de la mitad son propiedad de los mismos empresarios o inversores extranjeros.