En lo alto de la ciudad castellana, erigida en cuesta y al borde de un acantilado, se alza imponente la fortaleza del Alcázar de Segovia. Levantado en el siglo XII como vivienda del Rey Alfonso VIII, contenía en un principio los estilos románico, mudéjar y renacentista; no fue hasta la ocupación de la dinastía de los Trastámara que no adquirió su aspecto actual. Es sin duda uno de los edificios más importantes y más visitados de toda España: aquí se convocaron las Cortes de 1256 por parte de Alfonso X el Sabio y se fundo el Real Colegio de Artillería.