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El musical 'El fantasma de la ópera' en Broadway

Antonio Banderas producirá una versión española de 'El fantasma de la ópera'

Se estrenará por primera vez el próximo 4 de octubre en el Teatro Albéniz, con la música original de Lloyd Weber

Desde hace días, el Teatro Pavón de Madrid acoge las audiciones para seleccionar a los intérpretes de El fantasma de la ópera, el musical de Andrew Lloyd Weber. El propio Antonio Banderas (Málaga, 1960), productor de la obra, acudió este martes «sin ninguna implicación artística».

La obra se estrenará por primera vez en España el próximo 4 de octubre en el teatro UMusic Hotel Teatro Albéniz después de que más de 140 millones de espectadores de 35 países hayan disfrutado de este espectáculo desde su estreno en 1986 en el West End de Londres.

Ha sido producida por Letsgo y «Amigos para siempre» (APS), empresa de Banderas y Weber, que se ha encargado de traspasar el musical a su versión hispana.

«Una parte más gótica»

El actor y productor declara que se trata de un «espectáculo nuevo, no de una reducción de la obra original», añadiendo también que, a pesar de sus dudas iniciales, estas se disiparon al ver la versión excelentemente dirigida por Federico Bellone.

«Hay una parte más gótica que en el original, aunque se respeta toda la partitura y es más transportable» debido a que en España e Hispanoamérica «los teatros no son tan grandes» como en Londres o Broadway.

Una tradición de éxitos

«Viendo el éxito de los musicales en el mercado teatral latino y en Madrid, Weber me propuso traducir su obra y al mismo tiempo la posibilidad de comprar derechos de otros autores y organizarnos en el mercado hispano», señala Banderas.

La Really Useful Group, compañía fundada por Lloyd Webber, no es la primera vez que cede sus derechos sobre versiones españolas a APS. Con anterioridad se pueden encontrar éxitos como: «Sunset Boulevard» o «Jesucristo Superstar».

Banderas comenta que: «El teatro musical es muy complejo más de lo que se la gente se cree. Te metes en una dinámica en la que la gente que tienes alrededor termina odiándote: tu pareja, tus hijos, tus amigos», por la dedicación que implica.