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Versos del poeta Francisco A. de Icaza en Granada

El Ayuntamiento de Granada nombra Hijo adoptivo al poeta Francisco A. de Icaza

El autor de «Dale limosna, mujer», vuelve con honores a Granada, donde el Ayuntamiento ha entregado a sus descendientes el nombramiento a título póstumo de Hijo Adoptivo de la ciudad

A lo largo de la historia, tres extranjeros han llevado el nombre de Granada hasta los cinco puntos cardinales: el estadounidense Washington Irving, autor de Los cuentos de la Alhambra, y los mexicanos Agustín Lara, autor de la canción que lleva el nombre de la capital nazarí, y el poeta Icaza, autor de los versos “ Dale limosna, mujer, / Que no hay en la vida nada/ Como la pena de ser/ Ciego en Granada.

A punto de cumplirse el centenario de su muerte, el Ayuntamiento de Granada ha querido honrar al autor de unos versos insuperables, pues, en palabras de Tito Ortiz, cronista oficial de la ciudad, «por mucho que busquemos no hay un menor número de palabras que mejor definan y piropeen a Granada».

De ahí que por unanimidad de todos los grupos políticos representados en el consistorio el Ayuntamiento acordara la concesión de Hijo adoptivo de la ciudad al poeta que con tanto sentimiento la ha había cantado.

El pasado 17 de marzo, y en presencia del alcalde, Francisco Cuenca, quien dirigió a los asistentes unas muy sentidas palabras, tuvo lugar la entrega del reconocimiento de tal distinción. Con tal motivo, se desplazaron a Granada una veintena de descendientes del poeta , venidos de Vizcaya, lugar originario de los Icaza; Madrid, y México, reuniendo en este acto a «los españoles de ambos hemisferios», en la hermosa definición de la Constitución de Cádiz.

Toda la familia Icaza «de los dos hemisferios» se ha reunido en Granada para este actoS. N.

Tras recoger el diploma acreditativo junto con Sonsoles Díez de Rivera y de Icaza, la otra nieta del poeta presente en el acto, intervino, en nombre de la familia, su nieto el embajador emérito de México Carlos de Icaza quien agradeció «el acontecimiento inusual y extraordinario que nos llena de emoción y alegría».

Tras repasar la sobresaliente trayectoria de su abuelo como poeta, embajador, académico y crítico literario, recordó cómo a la familia Icaza les unía, además de los vínculos de sangre, una lengua común que fue el hilo conductor de la vida del poeta y «ese sentimiento fraternal que indisolublemente liga México a España y del que Francisco A. de Icaza estaba tan orgulloso».

Concluyó Carlos de Icaza con un guiño a su compatriota Agustín Lara y el verso de su canción: «Granada… no tengo otra cosa que darte que un ramo de rosas», momento en el que Clara Méndez de Vigo, Clara Férnandez de Araoz e Inés Méndez de Vigo, tataranietas del nuevo Hijo Adoptivo de Granada, hicieron entrega al alcalde Cuenca… de un ramo de rosas.

Seguidamente, la familia Icaza se dirigió a la Alhambra, donde, acompañados por Rocío Diaz, directora de su Patronato, depositaron una ofrenda floral bajo el inscripción de los versos de Icaza en el muro del Jardín de los Adarves.

Fue hace 66 años y durante el acto de inauguración de esa inscripción cuando su hija, la también popular escritora Carmen de Icaza, concluyó su intervención con estas palabras: «Yo sé que Icaza, mi padre, si hubiera podido elegir el lugar en que su corazón de hombre y de poeta hubiera podido reflorecer, habría elegido precisamente este rincón, esta tierra bendita de Granada, entre el eterno festival de sus fuentes y a la sombra de sus cipreses, en los que, a pesar de su nativa melancolía, su espíritu de poeta natural y luminoso colgaba nidos».

Gracias a la generosidad del Ayuntamiento de Granada nombrándolo Hijo adoptivo, el corazón de Icaza ha reflorecido casi un siglo después de su muerte «en esta tierra bendita de Granada».