Los apellidos que prueban la ascendencia visigoda de los españoles
Si se atiende a la tradición y gramática de las lenguas germánicas, varios de los apellidos más comunes en España podrían tener un origen visigodo
Los visigodos, «godos del este», fueron un pueblo germánico que penetró en la Península Ibérica a principios del siglo V debido a su migración al oeste, huyendo de las hordas de los hunos. De este modo, se asentaron en Hispana, y a partir del siglo VI, con las leyes de Leovigildo, se mezclaron con la población.
Así, comenzó un proceso de unificación que culminaría con la proclamación de una única fe, la católica, por medio de Recaredo, hijo de Leovigildo. Con esto se podría afirmar que los españoles, en general, tenemos sangre visigoda. Una pequeña prueba de ello son los apellidos terminados en '-ez', como Gómez, Fernández, Martínez o Rodríguez.
Esta teoría se basa en que, al modo de los pueblos germánicos, la terminación se añadía a los nombres propios para marcar un legado, una práctica que también se puede apreciar en Escandinavia, Inglaterra o incluso Rusia y otros lugares, donde muchos apellidos son compuestos por un nombre y una terminación que significa 'hijo/hija de'.
Así, ejemplos como Sánchez, Ramírez, González o Álvarez –que serían de los más antiguos de la España actual– podrían remontar su origen a algún personaje visigodo.
1. Guzmán
Es fácil comprender el origen del apellido –y nombre– Guzmán si se traslada al inglés: good man, o alemán: gut mann, pues proviene del gótico –la lengua germánica extinta hablada por el pueblo godo–, formado por goths (bueno, apto) y manna (hombre).
2. Manrique
De nuevo, proveniente de la raíz man, hombre, y rik, que entonces debía significar «poderoso», más que rico o adinerado. Este apellido/nombre gozó de bastante popularidad durante la Edad Media, siendo incluso la Casa de Lara, una de las más importantes de Castilla, progenitora de personajes tan importantes como Jorge Manrique, autor de Coplas a la muerte de su padre.
3. Berenguer
Adivinar la procedencia de este apellido es algo más complicado pues el nombre germano se latinizó a Berangarius, siendo su versión original «Berengar», una palabra formada por dos vocablos presentes en el germánico arcaico, ber (oso) y gaar (guerra). Así, se cree que en conjunto podría significar «valiente». Además, se debe subrayar que el uso de animales era un recurso común en los nombres germánicos y escandinavos, así como otros términos bélicos.
4. Estrada
El origen de este apellido es difícil de determinar: podría señalar a un origen germánico o latino. Una teoría defiende que proviene de la palabra alemana strasse (calle). Sin embargo, esta podría proceder del latín strata (camino pavimentado), por lo que hoy en día en italiano la palabra calle se traduce por strada.
No obstante, apellidos similares se encuentran en países de habla alemana: apellidos como Strauss, que se cree que no proviene de strasse sino de otra palabra (strūʒ) del alto alemán medio –antecesor del alemán moderno– que significaría pelea/riña.
Por otro lado, ciertos cronistas apuntaron que llegó a la Península Ibérica por medio de un familiar del Emperador del Sacro Imperio, Otón II. Así, habiendo vivido en el siglo X, no podría tener un origen visigodo, sino uno posterior. No obstante, no todos los historiadores coinciden en ello.
5. Ripoll
Este apellido catalán es derivado de Ricbald, donde ric, de nuevo, significa «poderoso», y bald, «audaz». Debido a su presencia en Cataluña, este se fue modificando, evolucionando a Ricpall hacia los siglos X y XI, y apareciendo ya en el siglo XII como Ripoll.