Pedro Sánchez ha dicho que ha leído 'El Quijote' dos veces, que le gusta Hermann Hesse, sobre todo 'Demian' y 'El Lobo Estepario', y también Lope de Vega, Shakespeare y Calderón, un amplio y sorprendente abanico de gustos que no se corresponden con su expresión escrita, de la que dejó constancia, antes de ser presidente, en infinidad de tuits carentes de sintaxis, ortografía y gramática.