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El torero Miguel Ángel Perera tras su faena al mejor toro de la corridaEFE

Sexta de San Isidro  Perera arruina con la espada lo mejor de una tarde plagada de bostezos y avisos

El torero extremeño realiza lo más destacado a un buen toro de El Parralejo pero el fallo con los aceros le deja sin premio

San Isidro era labrador. Si hubiera sido caballero, o espadachín, podría haberle cedido a Miguel Ángel Perera su espada. Una al menos diferente a la del torero extremeño, que arruinó con ella la mejor faena de la tarde en el día del patrón, 15 de mayo, y que llevaba su firma.

El cuarto toro, de El Parralejo, cuya corrida fue remendada con otros dos, ambos inservibles, de José Vázquez, fue un animal imponente de presencia y de hechuras. Perera se las vio con él cuando el viento hacía de las suyas y cuando la tarde ya coqueteaba con el aburrimiento.

En banderillas había brillado Javier Ambel, que se desmonteró tras un buen par. Empezó el torero extremeño sobre la diestra, probando el buen pitón derecho de Camillero. Al natural, hubo una tanda de enorme profundidad, ligando la serie en redondo. Un final con bernardinas de infarto fue la antesala a varios pinchazos. Hasta cuatro. Las 'armas' con las que contaba San Isidro no pudieron aquí ayudar.

Fue un festejo donde sonaron, en total, hasta seis avisos, como resultado de la eternidad de algunas faenas y el mal manejo del estoque. En los tendidos, y a excepción de lo sucedido en ese cuarto, hubo unos cuantos bostezos. Isaac Fonseca, que confirmaba, demostró en primer lugar que los toreros también viajan en autobús. El mexicano llegó vestido de luces a Las Ventas en un bus de la EMT acompañado de su cuadrilla en su día más importante como matador de toros.

Fonseca confirmó su alternativa tras cederle los trastos PereraEFE

Fue el toro de la confirmación un ejemplar de José Vázquez de nombre Optimista. Pero no transmitió el ejemplo de su nombre a la faena, fruto de su mansedumbre. Estuvo serio el mexicano con él, pero sin transmitir al público.

El que cerraba plaza, de El Parralejo, permitió un buen tercio de banderillas de Juan Carlos Rey, que saludó montera en mano. Comenzó Fonseca de rodillas, que hilvanó una serie sobre la diestra jaleada por el público. Desgraciadamente el toro pronto se apagó, y el viento hizo el resto.

Ángel Téllez regresaba al albero venteño tras la fuerte voltereta que sufrió el pasado viernes. El madrileño tuvo otra vez un lote bronco y áspero, si bien ambos prometieron lo contrario de salida. El tercero de la tarde estaba muy bien hecho, de lámina muy bella, y del gusto de la afición que poblaba la Monumental en este día festivo. Enseñó virtudes como humillar en el vuelo de los capotes, pero a pesar de que Téllez le dio la distancia necesaria en la muleta, al astado le costaba a causa de su falta de fuerzas. El quinto, muy serio, también fue aplaudido de salida. Derribó hasta en dos ocasiones al caballo. Pero en la muleta de Téllez fue un animal soso, desrazado y sin fuerzas. Imposible para el lucimiento. Pero todo ello tampoco lo podemos achacar a la condición de labrador del bueno de San Isidro.

Ficha del festejo

  • Lunes 15 de mayo, día de San Isidro. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Sexta de abono. Cuatro toros de El Parralejo, el cuarto ovacionado en el arrastre, y dos de José Vázquez (1 y 2), mansos. Casi lleno. La corrida fue presenciada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
  • Miguel Ángel Perera, silencio tras dos avisos y ovación tras aviso.
  • Ángel Téllez, silencio y silencio.
  • Isaac Fonseca, que confirmaba alternativa, silencio tras dos avisos y ovación tras aviso.
  • Detalles: Curro Javier se desmonteró tras parear al segundo; Javier Ambel, tras parear al cuarto, y finalmente Juan Carlos Rey hizo lo propio en el sexto.