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John Maxwell Coetzee en el Museo del Prado

JM Coetzee en El Prado: «Una imagen puede ser más falsa que las palabras»

El escritor sudafricano es el primer autor, dentro de un nuevo ciclo, que está pasando tres semanas en la pinacoteca para escribir sobre la relación entre pintura y literatura

El premio Nobel de Literatura sudafricano John Maxwell Coetzee ha reconocido que ha perdido el «combate» que entabló contra el idioma inglés, del que se ha declarado desilusionado, al intentar que su última novela, que se publicó primero en español, fuera traducida a otros idiomas desde su versión en castellano.

Así lo ha relatado este lunes en Madrid JM Coetzee, autor seleccionado para inaugurar el proyecto «Escribir el Prado», una iniciativa entre el museo y la Fundación Loewe que invita a escritores de prestigio internacional a «interpelar desde la imaginación narrativa las colecciones del museo».

Coetzee ha participado en una charla abierta al público en el Museo del Prado con su traductora al español, la filósofa y escritora Mariana Dimópulos, que fue la que tradujo su última novela, titulada El polaco, que el escritor escribió en inglés pero quiso que fuera traducida al español para publicarse primero en este idioma.

Desilusión con el español

Porque, ha recordado, cuando empezó a escribir esa novela se había «desilusionado y mucho, acerca del inglés como fuerza política global y deseaba recalcar» su ruptura personal para con él.

Coetzee, que ya en otras ocasiones ha expresado sus reservas con ese idioma, ha relatado cómo quiso que su texto original en esa lengua, una vez transformado en español, «desapareciera durante un tiempo para que fuera este último el que alumbrara una multiplicidad de traducciones».

«Pero este plan no sobrevivió a fuerzas superiores que operan en la industria de las editoriales del mundo. En Polonia, en Francia, en Japón y en otros países, se negaron a traducir tomando como original el texto en español, decían que este texto no era el original», ha relatado el autor, cuyo libro, publicado por la editorial El hilo de Ariadna, estuvo solo en castellano durante ocho meses.

El Premio Nobel de Literatura en 2003, John Maxwell Coetzee, acompañado del Director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir, y del Jefe de Conser­vación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte, Alejandro VergaraMuseo del Prado

Coetzee ha asegurado que si el libro lo hubiera escrito en una lengua «menor» como el albanés, y de ahí se hubiera pasado al español, se habrían hecho las traducciones desde el castellano. «Y en este combate que provoqué con la lengua inglesa, perdí, y el principio de la lengua original triunfó», ha lamentado.

El escritor sudafricano, que ha fijado su residencia desde finales de junio a mediados de julio en Madrid para hacer del museo su centro de actividad, escribirá un texto vinculado al Prado, el primero de una colección que se centrará en la exploración de los vínculos expresivos entre la ficción y las artes plásticas.

La relación entre la imagen y la palabra

John Coetzee y Dimópulos han hablado también sobre el lenguaje y la imagen y sobre si las palabras pueden traducir las pinturas y lo que transmitían varios cuadros, tanto del Museo del Prado como de otras pinacotecas, para considerar que no lo pueden hacer: «Una imagen puede ser más falsa que las palabras».

El escritor, que ha comenzado su intervención con unas palabras en español antes de comenzar el diálogo en inglés no sin antes prometer que la próxima vez lo haría todo en castellano, ha hablado también de las imágenes que tiene de sus personajes literarios y de la importancia de la música, la tercera de las grandes artes ya que, ha asegurado, nunca redacta un párrafo sin prestar atención al ritmo.

En el acto han participado también Javier Solana, presidente del Patronato del Museo del Prado; Sheila Loewe, presidenta de la Fundación Loewe, y el director de la pinacoteca, Miguel Falomir, quien ha recordado que el museo lleva trabajando en la iniciativa «Escribir el Prado» largo tiempo tras constatar el enorme interés que los escritores actuales prestan al arte del pasado.